Una mirada joven sobre la violencia
Daniel Alarcón aborda el drama de la guerra en su primera novela 'Radio ciudad perdida'
La revista Granta le ha incluido en su lista de talentos. Sus méritos: el libro de relatos Guerra a la luz de las velas fue finalista para el Premio PEN/Hemingway por mejor debut del año y su primera novela, Radio ciudad perdida, ha obtenido el reconocimiento de publicaciones como The Guardian, The New York Times, Kirkus Review o Publishers Weekly. Daniel Alarcón, un autor de 30 años nacido en Lima aunque criado en EE UU, no quiere ser promesa, lo que le interesa es 'escribir buenas novelas, sentirme orgulloso de mis textos, sentir que los lectores se divierten, que aprendan algo quizá'.
Radio ciudad perdida, escrita en inglés -'es lo más natural para mí, vivo en EE UU desde los tres años', aclara el autor- se publica este año en EE UU, Reino Unido, Holanda, Francia, Italia y España (Alfaguara). En ella, retrata el drama de la guerra, la que sacudió a su país natal y ahora a su país adoptivo. Son años que no vivió, pero en eso consiste la narrativa, 'crear ficción es un salto al abismo', responde. 'Esta novela viene de muchos años de investigación, de conversaciones y entrevistas, de viajes, análisis'.
La violencia política ya estaba presente en sus relatos, aunque su idea inicial era escribir sobre la inmigración. Daniel Alarcón vivió en una zona de Lima que se llama San Juan de Lurigancho, fundada y poblada por desplazados, personas que huyeron de sus pueblos a la ciudad.
Allí convivió con gente que había sobrevivido a experiencias muy traumáticas. Sin esta experiencia, reconoce que no hubiera escrito esta novela. 'Me interesaban los desaparecidos, no los políticos, sino los económicos, personas que se trasladan del campo a la ciudad y, en muchos casos, de la ciudad hacia EE UU o Europa. En el desarrollo de la novela, en cambio, iba ganando terreno el desaparecido latinoamericano, el desaparecido político'.
El tema del desarraigo es fundamental en la obra de Daniel Alarcón. El autor se siente identificado con diferentes personajes de la novela, con Norma, la conductora de Radio ciudad perdida, un programa de radio en el que lee los nombres de los desaparecidos con la intención de reunir familias, o con Víctor, el niño que vive la ciudad ficticia de la novela con ojos nuevos, con la sensación de no pertenecer a ninguna parte. ¿Olvidar para reconciliar? 'La reconciliación basada en memoria histórica es difícil. Quizá sea más fácil la amnesia total, no sé si más sano'. Le parece optimista pensar que la gente aprende de la historia. 'Conocemos lo que ocurrió en EE UU con Vietnam, pero estamos en Irak', asegura.