Una crisis que arrastra a 3.000 trabajadores
La comarca de Xàtiva recibe un nuevo golpe tras varios años de crisis en compañías como Ferrys o Rodrigo Sancho
La suspensión de pagos presentada ayer por Llanera afectará no sólo a los más de 600 empleados de la compañía. Las decenas de empresas subcontratadas por la inmobiliaria valenciana también se verán seriamente afectadas por el proceso concursal ahora iniciado. Según reconoció la propia Llanera la repercusión de la crisis podría afectar hasta a 3.000 trabajadores, entre los que estarían las de las empresas subcontratadas por la compañía.
'No sabemos exactamente a cuánta gente afectará la crisis de Llanera. Lo que sí sabemos es que hay bastantes pequeñas empresas de la zona y autónomos que habían confiado prácticamente toda su actividad al grupo inmobiliario', explicó ayer a Cinco Días Josep Lluis Linares, secretario de organización de la Federación Construcción de Comisiones Obreras del País Valenciano (Fecoma).
Linares explica que la compañía tenía numerosas subcontratas. 'En cada obra en la que participa, y las hay desde Andalucía hasta la Comunidad Valenciana, Llanera tiene un par de directivos propios y el resto son empresas subcontratadas que se encargan de la obra', indicó el dirigente sindical, que conoce casos de empresas que, con deudas de unas decenas de miles de euros con Llanera van a tener que cerrar porque no podrán atender el pago a sus empleados y a sus proveedores. Muchas han optado por paralizar las obras y abandonar el tajo, como ha ocurrido, por ejemplo en las compañías que trabajaban en el complejo comercial Bahía de Málaga, o las que construían una promoción en Alfara del Patriarca (Valencia). Ambas obras están ahora paradas. Llanera está ubicada en Xàtiva, en cuya comarca, La Costera, se han vivido varios episodios de crisis industriales en los últimos años. Desde el cierre de Muebles Cerdá en 2003, hasta la perpetua crisis de la empresa de curtidos Rodrigo Sancho, que ha pasado de casi 600 empleados a menos de 100, o el cierre definitivo de Ferrys tras más de una década de sangría en la plantilla, esta zona de la Comunidad Valenciana no ha dejado de recibir malas noticias en el plano laboral. 'Y lo de Llanera va a ser peor que lo de Ferrys', advierte un empresario de la zona.
Empresas a las que Llanera debe dinero van a tener que cerrar porque no podrán atender el pago a sus empleados y proveedores
El motivo por el que la crisis de la inmobiliaria de la familia Gallego puede afectar más a la comarca es la rapidez con la que la compañía creció, contratando a numerosos directivos y empleados que dejaron sus trabajos estables por la promesa de grandes salarios y mejores condiciones laborales, algo que, todo sea dicho de paso, la compañía cumplió.
Sin embargo en los últimos meses se han producido numerosos recortes en distintos departamentos que han puesto en la calle a gente que había apostado por la compañía. Llanera incluso fichó a golpe de talonario a directivos de grandes constructoras para optar, por ejemplo, a grandes obras, como el nuevo Mestalla o parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Pese a que la empresa pasó a tener más de 700 empleados nunca ha constituido un comité de empresa. 'Ha sido complicado, ya que la expansión de la compañía dificultaba reunir a la gente necesaria. Lo intentamos, pero no se logró', explicó Linares, que insistió en que el sindicato ayudará a los trabajadores.
Unos 60 empleados de la compañía acudieron ayer al final de la jornada a una reunión que había convocado Comisiones Obreras en la sede de la compañía en Xàtiva. 'Nos han trasladado su inquietud, porque no saben qué va a pasar con la empresa ni con sus puestos de trabajo', explicó Linares. El dirigente sindical señaló que los empleados aún no han cobrado la nómina de septiembre, 'si bien aseguraron que es normal que a día 1 aún no se haya cobrado, con lo que habrá que esperar'.
Preocupación entre los compradores
También los clientes de la inmobiliaria están preocupados por el futuro de los pisos que esperan. Una de las promociones que tiene la compañía, Jardines de Alfara, paralizó la obra el pasado 21 de septiembre, la semana en la que estalló la crisis. 'La promotora es Llanera, pero todo eran subcontratas que se fueron al no cobrar', explicó a Cinco Días una de las futuras propietarias de uno de los 128 pisos de renta libre en construcción.
'Faltan unos cuatro meses para acabar las obras, pero ya no sabemos quién las va a acabar', explica esta cliente, que ha pagado unos 30.000 euros. Los pisos cuestan entre 240.00 y 325.000 euros. Está vendido el 90% de la promoción. 'El problema es que la entrega de llaves está prevista para el 30 de junio de 2008 y hasta entonces, si no incumplen el plazo, no podemos hacer mucho... No sabemos si seguir pagando... Nos sentimos un poco desamparados', dijo esta compradora.
25 empresas se organizan en Madrid
Más de 25 empresas acreedoras de Llanera se han agrupado para personarse en el procedimiento para la defensa de los acreedores. El despacho de abogados Iure, en Madrid, se reunió la pasada semana con los representantes de las empresas afectadas -entonces eran cerca de 20 empresas- para estudiar si procedían a tomar acciones judiciales contra Llanera. La fecha límite que se habían impuesto para tomar una decisión al respecto era el día 30 de septiembre, cuando vencían pagos; finalmente fue la propia Llanera la que ha solicitado la medida. Durante la primera fase del procedimiento concursal, explicó ayer Iure, la empresa mantiene su actividad, salvo que la Administración Concursal inste el cese de actividad, por considerar que no es viable. Los acreedores podrán impugnar tanto el inventario de bienes que se reconoce a la empresa en concurso, como la relación de acreedores, si consideran que la cuantía no es adecuada o que la clasificación de deudas no es pertinente.