El nuevo reto de las gestoras se llama 'generación Y'
Sólo el 28% tiene previsto captarles como clientes, según KPMG.
Son jóvenes, están en los veintitantos, tienen menos hermanos que la generación de sus padres, muchos son hijos únicos, poseen una buena formación, trabajan, viven con sus progenitores, se casan tarde, viajan, consumen mucho, ahorran poco y se preocupan por el bienestar inmediato. æpermil;stas son algunas de las características que definen a la llamada Generación Y. Un amplio colectivo nacido entre junio de 1976 y junio de 1991. Hijos de los baby boomers, aquellos niños de la posguerra nacidos en los 15 años anteriores a 1961, pronto sustituirán a sus padres como acumuladores de riqueza. Muchos ya tienen cargos altos, otros heredarán sumas importantes. Todo un cambio demográfico que las gestoras, de momento, no tienen en cuenta.
Un estudio de KPMG Internacional realizado en 17 países sostiene que las gestoras no son conscientes o, simplemente, no están preparadas para afrontar los cambios que se avecinan. La generación del baby boom, actualmente con edades comprendidas entre 46 y 61 años, continúa centrando su atención. Nada excesivamente sorprendente teniendo en cuenta que se trata de un colectivo muy numeroso con una posición financiera holgada, en plena etapa de 'acumulación de patrimonio' en el ciclo de la vida.
La cultura de la industria de fondos de inversión está, además, muy centrada en el corto plazo. La remuneración está basada en los resultados inmediatos. De ahí que las estrategias a más de tres años vista resulten complicadas en el sector. Por tanto, para muchas gestoras pensar en la Generación Y como cliente potencial de productos de ahorro e inversión puede parecer algo prematuro, especialmente al tratarse de un colectivo con recursos económicos limitados a día de hoy y otras preocupaciones, como el pago de la vivienda o la compra de un coche. Sin embargo, a medida que sus padres entren en edad de jubilación y dejen de acumular riqueza, las aportaciones de la Generación Y irán cobrando relevancia.
Encontrar una industria dividida a la hora de afrontar el cambio de demanda que se avecina no sorprende. Y si bien unos pretenden seguir chupando de los cada vez menores recursos de la generación de baby boomers, otros están dispuestos a mirar hacia la siguiente generación, conscientes de que el éxito futuro de la industria de los fondos dependerá en buena medida de ellos.
Los datos recopilados por KPMG concluyen que en los próximos cinco años el 50% de la industria se centrará en este importante segmento de mercado. El 22% afirma que ya se ha atacado a este colectivo, mientras que el 28% sostiene que tienen previsto captarlo como cliente en los próximos cinco años.
Las gestoras sí tienen una cosa clara. Piensan que la demanda de estos jóvenes clientes se centrará fundamentalmente en los fondos de inversión y la renta variable. Al mismo tiempo, sólo un 2% prevé que los productos autogestionados resulten atractivos y se ve a los hedge funds con un papel cada vez más importante.
La clave está entonces en cómo captar o acercarse a esta futura clientela potencial. Y ahí las cosas no están nada claras. De hecho tan sólo el 13% tiene una estrategia definida. Las campañas de publicidad, visitas a la universidad, promociones o asesoramiento financiero gratis son algunas de las estrategias que se barajan en diversas casas. Todo un reto por delante.
Un colectivo con una alta rotación laboral
Los miembros de la Generación Y están de suerte. A diferencia de sus padres han entrado en un mercado laboral en el que las personas en edad de trabajar crecen lentamente y en el que las empresas encuentran verdaderas dificultades para contratar mano de obra cualificada. Un conjunto de variables demográficas, que unidas a un periodo de crecimiento económico sostenido, les permite disfrutar de un poder de negociación en el trabajo del que no disfrutaron ni sus padres, ni los miembros de la llamada Generación X, la inmediatamente anterior.Por tanto, el papel de este colectivo como cliente potencial no es la única clave que afrontará la industria de fondos de inversión en el futuro próximo. De hecho, las gestoras encuentran su papel como empleados aún más determinante. Y es que, según KPMG, uno de cada cinco asalariados de la industria de fondos pertenece a esta generación. La firma matiza, eso sí, que las diferencias por países son muy significativas y mientras en Nueva Zelanda representan el 9% de la plantilla total, en Singapur la cifra alcanza el 32% del total.De momento, las gestoras han tenido poca mano a la hora de retener a los trabajadores de más talento. El estudio concluye que alrededor del 25% de las entidades tienen una rotación anual que supera el 30%. Todo ello a pesar de que muchas firmas han tratado de implementar incentivos para retener a sus trabajadores, esfuerzos que no han dado sus frutos, según KPMG.Así, pese a los datos recopilados tan sólo el 1% de las entidades encuestadas considera que su política de selección y retención de personal resulta deficiente.
Encuesta
KPMG ha recopilado, reunido y analizado un total de 125 respuestas de entidades cuyo volumen de negocio representa 2.700 millones de euros del total de activos gestionados a nivel mundial. Representantes de 17 países participaron en el estudio que también entrevistó a miembros de la Generación Y a través de cinco reuniones de grupo realizadas en Nueva York, Tokio, Fráncfort, Londres y Sydney.