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Acuerdo

GM pacta con la plantilla crear un fondo para asumir los costes sanitarios

Detroit dio ayer un paso para recuperar su antiguo esplendor. La plantilla de General Motors aceptó poner fin a dos días de huelga tras obtener mayores garantías laborales. A cambio, la compañía creará un fondo de 30.000 millones de euros para sacar del balance parte de los compromisos sanitarios y de pensiones.

Finalmente, la primera huelga en 37 años en las más de 80 plantas de General Motors en EE UU sólo duró dos días. Los necesarios para que dirección y empleados prosiguiesen con unas negociaciones que desembocaron en un acuerdo que se anunciaba en la madrugada del martes al miércoles. El sindicato UAW anunció ayer que todos los empleados volverían a sus puestos inmediatamente, después de que ambas partes llegasen a un 'acuerdo provisional' para el nuevo convenio colectivo de la compañía, de cuatro años de duración, que tendrá que ser ratificado por los 73.000 trabajadores de la compañía.

Una ratificación que ansía la compañía, toda vez que puede abrir el camino para la recuperación de GM frente al hasta ahora irresistible avance de las marcas asiáticas, sobre todo Toyota. Los empleados han arrancado garantías laborales a medio plazo para los puestos de trabajo en EE UU. 'Tenemos las garantías de seguridad laboral que buscábamos', aseguró ayer el presidente de UAW, Ron Gettelfinger. Estas garantías fueron las que el pasado día 24 hicieron que los representantes se levantasen de la mesa y convocasen la huelga.

A cambio, el presidente de General Motors, Rick Wagoner, ha logrado su objetivo: un fondo independiente que recibirá el nombre de VEBA (las siglas de Voluntary Employees Beneficiary Association, Asociación Voluntaria de Empleados Beneficiarios) que posibilitará que salgan del balance de la compañía hasta 50.000 millones de dólares (unos 31.000 millones de euros). Aún no está definida la aportación directa de la compañía en esta dotación, si bien esta cantidad podría ascender a 35.000 millones de dólares (21.000 millones de euros al cambio).

El nuevo acuerdo tendrá que ser ratificado durante el fin de semana

Los compromisos sanitarios y por jubilaciones ascienden actualmente a 55.000 millones de dólares (33.000 millones de euros) para GM; y hasta a 114.000 millones de dólares (68.400 millones de euros) para GM, Ford y Chrysler y suponen una desventaja respecto a otros competidores como los asiáticos, cuyas plantillas no están sindicadas, según datos de Bloomberg.

'Este acuerdo nos ayuda a cerrar un agujero competitivo fundamental que existe en nuestro negocio', aseguró ayer Rick Wagoner, el presidente del fabricante de automóviles dueño de marcas como Cadillac, Chevrolet, Opel, Saab, Buick, Hummer o Pontiac. '

'El acuerdo comienza a solucionar los costes sanitarios para los productores domésticos de automóviles, que les han puesto en una tremenda desventaja comparativo respecto a sus rivales', aseguraron ayer diversos analistas citados por Bloomberg. Los títulos de la compañía subieron ayer el 9%.

Gettelfinger dijo que espera que el convenio sea ratificado durante el fin de semana, y añadió que el nuevo fondo sobre prestaciones sanitarias garantiza asistencia durante los próximos 80 años, y que los trabajadores 'van a estar extremadamente complacidos' con este aspecto del contrato.

Si este acuerdo es ratificado por la plantilla, los otros dos fabricantes estadounidenses, Ford y Chrysler, presionaran a UAW para que se adopten acuerdos similares en sus empresas y poder frenar la erosión de ventas.

El difícil futuro del sindicato UAW

Los sindicatos del sector industrial de EE UU viven sus horas más bajas y el acuerdo de la que fue poderosa Union AutoWorkers con GM es una muestra de ello. En el pasado, las negociaciones del convenio giraban en torno a mejoras de sueldo y prestaciones sociales. Esta vez se han limitado a conservar alguno de los compromisos contractuales para afiliados que ahora se consideran caros comparados con los de sus competidores, Toyota, Nissan y Honda, entre otros.Las prejubilaciones en Detroit, el mal momento que pasa esta industria y el empuje de fabricantes asiáticos, que no tienen sindicatos, han debilitado a la UAW. Ahora tiene alrededor de un 40% menos de afiliados que en 2003, cuando se negoció el anterior convenio. Y bajarán más porque solo en GM hasta un 66% de sus miembros se pueden jubilar en cinco años y sus puestos los ocuparán nuevos empleados de menor coste. Hay quien cree que en 2015 solo quedará la historia de este sindicato.Con esta negociación, la UAW protege a sus miembros pero se va retirando progresivamente de una escena en la que cada vez tiene menor margen de negociación, incluso por la propia debilidad de su contraparte.En este marco, el acuerdo para la externalización de los costes sanitarios se prevé que tenga un fuerte impacto. Muchas empresas buscan modelos para intentar deshacerse de este coste laboral, legado de la industrialización, con el que se suple la falta de sanidad estatal.

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