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Parlamento europeo

La UE da luz verde a la liberalización del tráfico ferroviario de pasajeros

El Parlamento europeo respaldó ayer un programa legislativo que dará un nuevo impulso al proceso de liberalización del transporte ferroviario en la Unión Europea. Terminan así tres años de negociación de un proyecto que arrancó en 2004 bajo la dirección de la entonces comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio.

Las nuevas normas prevén que las compañías de ferrocarril de cada país puedan ofrecer servicios de transporte internacional de pasajeros en todo el territorio comunitario a partir de 2010. Los maquinistas de tren podrán obtener, además, una licencia para conducir un convoy que circule por varios países.

La apertura a la competencia del mercado irá acompañada de la armonización de ciertos derechos de los pasajeros en servicios transfronterizos y del establecimiento de unas indemnizaciones mínimas en caso de retraso o cancelación de un servicio.

Las directivas sobre maquinistas y el reglamento sobre derechos de los pasajeros entrarán en vigor a finales de 2009; la directiva de liberalización, en 2010.

'Este resultado muestra la voluntad de Europa de desarrollar el ferrocarril y de avanzar en la creación de un espacio ferroviario europeo', se congratuló Jacques Barrot, actual comisario de Transportes.

La directiva sobre liberalización parte de la premisa de que el transporte internacional de pasajeros por tren se encuentra en una encrucijada en la Unión Europea. Por un lado, sufre la poderosa competencia de las compañías aéreas de bajo coste y la caída en desuso de los servicios nocturnos de larga distancia. Por otro, aumenta el tráfico en las líneas transfronterizas de gran velocidad, una tendencia que, según Bruselas, se acentuará cuando se vayan desdoblando e interconectando las redes nacionales. Para fomentar esos servicios especializados, la directiva autoriza que los operadores puedan suscribir con los propietarios de las infraestructuras contratos de hasta 15 años de duración.

La nueva legislación intentará potenciar la competitividad de los servicios internacionales permitiendo a un tren recoger y dejar pasajeros en todos los países que atraviese. La directiva, sin embargo, restringe esa libertad a las estaciones estrictamente relacionadas con el servicio internacional, para evitar que los trenes internacionales se conviertan en una competencia para los nacionales.

La ley también establece un principio de reciprocidad, que permitirá a los países que hayan liberalizado su mercado denegar el acceso a las empresas ferroviarias procedentes de Estados que no hayan hecho lo mismo.

Por último, se exigirá que los organismos reguladores del tráfico ferroviario eviten los conflictos de interés con los operadores nacionales.

El retraso se resarcirá con indemnizaciones

El nuevo Reglamento comunitario sobre derechos y obligaciones de los pasajeros de tren, que entrará en vigor a finales de 2009, prevé unas indemnizaciones de hasta el 50% del precio del billete cuando se produzca un retraso superior a las dos horas. La indemnización será del 25% si la demora oscila entre 60 y 119 minutos. El viajero tendrá derecho a la compensación si no se le ha reintegrado anteriormente el importe del billete. Las compañías dispondrán de un mes, desde la fecha del trayecto, para resarcir al pasajero. La norma, sin embargo, sólo se aplicará al principio a los servicios internacionales. En los nacionales, los Estados podrán aplazar su entrada en vigor hasta 2024.El Reglamento también establece la obligación de facilitar el acceso de las personas discapacitadas a las estaciones y al tren.

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