Políticos adictos a los tebeos
El candidato a primer ministro japonés Taro Aso anima la cotización de editoras de 'manga' por su afición al cómic.
Taro Aso es un apasionado del manga (cómic en japonés). Y además, se postula como primer ministro, después de la dimisión hace una semana de Shinzo Abe. El anuncio de su candidatura provocó la subida en Bolsa de las empresas del sector, una muestra de la importancia que tiene en el país asiático este arte.
La serie favorita de Aso es Rozen Maiden (Doncella rosa), sobre unas muñecas que tienen vida propia. Ha dado mítines en reuniones de otakus (término japonés equivalente al de frikis), y como ministro de Exteriores creó en mayo el Premio Internacional de Manga para dibujantes no japoneses, con el objetivo de abrir puentes con otras culturas. 'Comprender la cultura japonesa es muy fácil a través del cómic', explica Alfons Moliné, escritor y autor de El gran libro de los manga (Glénat, 2002).
El Ministerio de Exteriores también publicó un folleto informativo para niños y adolescentes en formato de cómic, con el Detective Conan, un adolescente convertido en niño por arte de magia y que resuelve misterios, como protagonista. 'El género se usa mucho con fines didácticos', apunta Moliné.
El manga representa aproximadamente el 40% de la producción impresa en Japón. El miércoles pasado los inversores recibieron su decisión de postularse a primer ministro invirtiendo en empresas de manga y anime (películas de animación). Por ejemplo, la cadena de tiendas Mandarake subió un 13%, y su competidora Broccoli hasta un 71%, aunque a los dos días perdieron todas las ganancias.
'Si saliese elegido la industria saldría potenciada', señala Moliné. 'Que un alto mandatario haga pública su pasión por los cómics los dignifica'. Tampoco es que el de Aso sea un caso extraordinario en Japón, donde el tebeo es popular tanto entre niños como entre adultos. Los hay de todos los géneros, incluso para ejecutivos, como Kachou Shima Kosaku (El jefe de sección Kosaku Shima), 'sobre un tipo que escala posiciones en una empresa de electrodomésticos'.
No es difícil ver a hombres trajeados leyendo manga erótico en el metro 'con toda naturalidad', cuenta Juan Fernando López Aguilar, ex ministro socialista y gran aficionado a los tebeos, que pasó cuatro meses en el país asiático. Aunque el manga no es precisamente su género favorito, 'por su carácter denso y abigarrado y sus concesiones a la violencia', lo respeta y valora, y de hecho tiene en su colección algunos tomos de la serie clásica Akira, ambientada en un futuro posterior a la tercera guerra mundial. Un autor venerado es Tezuka Osamu, 'considerado el Walt Disney japonés', explica Moliné. En España editoriales como Glénat y Norma publican unas tres colecciones al mes.
Taro Aso ocupa la secretaría general del gubernamental Partido Liberal Demócrata, y compite con Yasuo Fukuda por el puesto de primer ministro. La tradición es que este puesto y el de presidente del partido coincidan en la misma persona, de modo que el domingo se elegirá al máximo regidor del partido y el martes los diputados lo refrendarán en el Parlamento. Fukuda parte como favorito, como ha admitido el propio Aso. Los fans del cómic estarán más pendientes que nunca.
En busca de visibilidad social
El tebeo lucha por adquirir un estatus social y artístico similar al del cine o la literatura. Políticos como el embajador en el Vaticano, Francisco Vázquez, el ex secretario de Estado Luis Alberto de Cuenca y Juan Fernando López Aguilar contribuyen a quitarle el cariz alternativo a este género.López Aguilar publicó caricaturas en un diario canario, y ha participado en mesas redondas sobre cómic, del que habla con más pasión de la habitual en él: 'Es una fuente de placer impagable'. La creación del Premio Nacional del Cómic en esta legislatura, 'por unanimidad del Congreso', como subraya el diputado del Parlamento canario, es un paso más para que gane visibilidad.