Vigilancia inmobiliaria
La inmobiliaria valenciana Llanera, una de las más activas en el mercado de suelo en la costa, ha admitido que tiene problemas para mantener su modelo de gestión. Ahora precisa de un plan de reestructuración de su negocio, que podría alcanzar incluso a su plantilla. Aunque su mecanismo de funcionamiento no es el tradicional de una inmobiliaria que adquiere suelo, promueve la construcción y vende las casas, y no alcanza, por tanto, a todos los eslabones de la cadena del negocio, el caso sí puede ser una alerta significativa sobre el estado de la actividad inmobiliaria. El fuerte crecimiento del sector se está frenando y los operadores llegados a última hora o excesivamente apalancados pueden tener problemas. Las autoridades y las entidades financieras deben estar más alerta que nunca para evitar, en lo posible, que simples ajustes provocados por dificultades de gestión puedan desencadenar peligrosos efectos dominó.