Figueruelas inicia las negociaciones para externalizar plantilla
La fábrica de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) ha iniciado las negociaciones para consensuar un plan de externalización. Empresa y trabajadores pretenden alcanzar el acuerdo antes de un mes.
Pedro Bona, portavoz de UGT en Figueruelas, ha señalado a Cinco Días que 'se trata de una ocasión favorable para lograr una solución satisfactoria para los trabajadores, dada la buena marcha de la fábrica'. Figueruelas alcanza estos días su punta récord de producción, por encima de los 2.000 coches diarios, y trabaja los sábados para atender la fuerte demanda generada por el nuevo Corsa. Si se cumplen las previsiones, en mayo de 2008 se superará el medio millón de vehículos (Combo, Corsa y Meriva) fabricados en un año.
Trabajadores y empresa son conscientes de que, en esta situación, una huelga tendría consecuencias desastrosas. Y ambas partes parecen dispuestos a evitarla. Tanto es así que Eric Stevens, vicepresidente de manufacturas, y Gerald Jonson, director ejecutivo de manufacturas, se han desplazado hasta la planta de Zaragoza para impulsar un acuerdo decisivo para la consolidación del modelo de fabricación que General Motors quiere aplicar en el futuro.
La multinacional estadounidense considera fundamental concentrar su actividad en el montaje de automóviles, lo que supone externalizar el resto de actividades. Ello implica potenciar el papel de las auxiliares y equilibrar el tejido sectorial, además de mejorar sustancialmente la competitividad de la matriz.
Pero, a la vez, repercute en los derechos adquiridos de los trabajadores, que temen el empeoramiento de sus condiciones laborales al ser traspasados a otras empresas, cuyo tamaño y filosofía negociadora son diferentes. El presidente de la compañía, Richard Wagoner, considera que la externalización de actividades resulta fundamental para que las fábricas se concentren en el montaje final 'que es para lo que realmente fueron concebidas y lo que mejor saben hacer'.
Figueruelas tiene un largo historial de externalización, que se inició ya en 1983, un año después de la apertura de la fábrica. Desde esa fecha se ha traspasado a unos 1.200 empleados de la plantilla, que ahora es de 7.500 empleados. Los traspasos más recientes se produjeron en el montaje de puertas y salpicaderos, adjudicada a la francesa Faurecia el año pasado, y la división de taller central, energía y aguas, cuyos 227 trabajadores está previsto pasen a la también francesa Veolia. A ellas pueden seguirles, en un futuro, las líneas de prensas, carretillas y mantenimiento, que ocupan a unos 300 trabajadores.
La desigual situación de las fábricas europeas de la multinacional ha impedido que el Comité Europeo asumiera la elaboración de un modelo consensuado de externalizaciones. La media de edad de los trabajadores en vísperas de ser externalizados se sitúa en torno a los 53 años. Según algunas fuentes, las condiciones que han comenzado a negociarse excluyen despidos y salidas involuntarias.