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CincoSentidos

Los parches desplazan a las cremas de toda la vida

Su uso se extiende vertiginosamente por su comodidad y precisión

El sobrepeso, la celulitis, las ojeras, las manchas faciales e, incluso, el bronceado ya no son cosa de las tradicionales cremas. Los nuevos parches dejan atrás a los ungüentos, ya que sirven para enfrentarse a todo ello de forma cómoda y precisa. Curan, limpian y desintoxican la parte del cuerpo a tratar mediante unas tiras limpias y sencillas.

La aplicación inicial que tuvieron los parches fue paliar los mareos de los astronautas de la NASA. Así, al absorber los medicamentos a través de la piel, evitaban tener que administrarse pastillas o inyecciones para ello. A partir de los años setenta, los laboratorios farmacéuticos comenzaron a implementar esa tecnología para tratar algunas enfermedades o adicciones. De esta forma se popularizaron mucho los parches contra los efectos de la menopausia, los anticonceptivos y los de nicotina como ayuda para dejar el tabaco. Sin embargo, su empleo no termina ahí ya que actualmente, están ampliándose los usos que se le dan a estas pequeñas cataplasmas. Muy recientemente, se han puesto a la venta los primeros contra el Parkinson.

Pero los parches no sólo tienen utilidad médica. Están extendiéndose cada vez más por farmacias, perfumerías y centros de estética. ABC Farma, empresa fabricante y suministradora de estos productos (con marca propia y para otras marcas) tanto en Europa como en EE UU, asegura que el éxito del uso de éstos últimos para la belleza radica en que usan la tecnología empleada durante mucho tiempo por la industria farmacéutica para la cosmética.

La compañía, que ha conseguido hasta la fecha comercializar directa o indirectamente alrededor de 50 millones de parches, argumenta que, al aplicarse sobre la piel conllevan un uso cómodo y rápido, al mismo tiempo que permiten un tratamiento intensivo y constante 'sin necesidad de pasar por el aparato digestivo'.

Pueden encontrarse dos tipos de parches. Los primeros son los transdérmicos, capaces de llevar los activos cosméticos a través de la dermis hasta las capas más profundas de la piel al contener una parte lipófila y otra hidrófila. Su eficacia es, por tanto, mayor que la de las cremas, que no pasan de capa superior de la piel.

El segundo tipo de parche es el de Hydrogel, que utiliza el soporte TNT (Tejido No Tejido). Permite la retención de una gran cantidad de agua y provoca una sensación de frescor en la zona de aplicación. Fáciles de usar y transportar, los parches son los cataplasmas del siglo XXI.

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