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Reunión

Patronal y sindicatos agudizan sus diferencias sobre el Plan del Carbón

Patronal y sindicatos se reúnen el miércoles con Industria para tratar de desbloquear el Plan del Carbón. El encuentro se ve enturbiado por la paralización de 200 prejubilaciones pactadas y el impago de sueldos del mes de agosto por parte de algunas empresas.

El miércoles, la patronal minera Carbunión, los sindicatos y representantes del Ministerio de Industria retoman las reuniones de la comisión de seguimiento del Plan del Carbón 2006-2012, firmado por las partes el año pasado. La reunión será clave, porque si no se solucionan los conflictos abiertos, la amenaza de movilizaciones y huelgas en el sector de la minería puede hacerse realidad.

El caso es que empresarios y representantes de los trabajadores llegan a la reunión con posturas enfrentadas que no hacen presagiar un acuerdo fácil, según advierten fuentes del sector.

En estos momentos, los principales focos de tensión son básicamente dos. El primero, que las empresas todavía no han cobrado las ayudas al funcionamiento correspondientes al año 2006. Unas subvenciones que son necesarias para que pueda seguir en marcha un sector que es deficitario.

La consecuencia de este retraso es que algunas mineras, como las pertenecientes al grupo Victorino Alonso o la de la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita de León (Apema), no han pagado las nóminas de agosto a sus trabajadores alegando falta de liquidez.

El vicepresidente de Carbunión, Samuel Gutiérrez, deja claro que la responsabilidad es de la Administración, que es la que está demorando el desembolso de las ayudas. Los sindicatos también culpan al Ministerio de Industria del retraso pero recuerdan a las empresas que tienen el deber de pagar un trabajo que se ha realizado. Por su parte, Industria asegura que está 'agilizando al máximo' los trámites y espera que las mineras empiecen a cobrar a finales de mes o principios de octubre. 'Las que presentaron alegaciones recibirán las ayudas más tarde, quizás para noviembre', señalan desde el Departamento que dirige Joan Clos.

'Chantaje' al trabajador

El otro foco de tensión abierto en el sector es el que parece tener una solución más complicada. El grupo Victorino Alonso (que es el presidente de Carbunión) ha decidido paralizar las prejubilaciones previstas para 2007, que afectan a unos 200 trabajadores, hasta que no se revisen los objetivos de producción de carbón contemplados en el Plan. 'Para poder cumplir con los objetivos previstos necesitamos a esos trabajadores', apunta Samuel Gutiérrez.

La patronal apela a la 'tolerancia' de los sindicatos y de Industria para lograr 'flexibilizar' los criterios para la producción y poder desbloquear las prejubilaciones. Carbunión quiere que el margen que tienen las mineras para cumplir los objetivos de producción y cobrar el 100% de las ayudas se amplíe del 15% al 25%.

Los sindicatos, sin embargo, consideran que la medida es un 'chantaje' para cambiar lo que está acordado en el Plan. 'Industria debe poner los puntos sobre las íes; si no, demostrará una gran debilidad política', advierte desde CC OO Juan Carlos Liébana. 'No se puede estar incumpliendo el Plan', apunta Víctor Fernández (UGT). Si los problemas no se resuelven el miércoles, los sindicatos se reunirán para estudiar una respuesta 'contundente'.

Un 24% menos de producción

El Plan del Carbón hasta 2012 que firmaron Gobierno, patronal minera y sindicatos el año pasado prevé una reducción paulatina del sector, en línea con las directrices marcadas desde Bruselas. En concreto, establece que la minería del carbón tendrá que reducir su producción un 24,1%, hasta los 9,2 millones de toneladas de mineral. El recorte será de 1,6 millones de toneladas en los dos primeros años. Y es en el último trimestre de este 2007 cuando se tiene que acordar cómo se recortará la producción en el periodo 2008-2012.El adelgazamiento del sector implica el cierre de las explotaciones menos rentables, con el consiguiente recorte de empleo (3.000 trabajadores netos), que el Plan prevé que se haga mediante prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocaciones. Las prejubilaciones afectarán a unas 4.700 personas. Para compensar, se habrá 1.700 altas, con preferencia para los trabajadores de las minas que se vean obligadas a cerrar.

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