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Energía

El boom solar dispara las importaciones desde Asia

España tiene todas las condiciones idóneas para que la industria solar eche raíces profundas. Muchas horas de sol y una superficie más que suficiente para implantar campos solares parecen argumentos poderosos para el avance imparable de las empresas del sector. Sin embargo, la industria carece del silicio policristalino, la materia prima con la que se fabrican las placas solares. Este material es un subproducto de la industria siderúrgica y se utiliza fundamentalmente para la fabricación de semiconductores y placas solares.

Desde la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) aseguran que no es un material difícil de conseguir, pero que muy pocos países disponen de la tecnología para depurarlo. 'El subproducto de siderurgia tiene un 99% de silicio mientras que la placa solar apenas tiene partes por millón de silicio', apuntan. A las dificultades para tratarlo en España se le ha unido la escasez de la materia prima, lo que ha disparado los precios del silicio en los dos últimos años. Estos dos desequilibrios se verán compensados a medio plazo con la construcción de la primera planta de polisilicio, que estará situada en la localidad de los Barrios (Cádiz) y será promovida por la Junta de Andalucía, Endesa e Isofotón. La planta, que estará operativa a partir de 2009, se convertirá en la quinta fábrica mundial de producción de silicio, con una producción de 2.500 toneladas anuales.

Hasta que llegue ese momento, el boom de la energía solar en España deberá seguir dependiendo en gran parte de las importaciones. Hasta 2004, las necesidades de la industria nacional estaban siendo cubiertas en gran parte con las compras procedentes de Alemania, que en 2004 representaba un 33% de las importaciones. Ahora, el conjunto de países vendedores ha cambiado de forma radical. China, Japón, Taiwán e India se han convertido en los tres grandes suministradores de placas solares de España al representar casi el 50% de las compras españolas.

España empezará a producir silicio para placas fotovoltaicas a partir de 2009, en una planta que promoverán Endesa, Isofotón y la Junta de Andalucía

Precisamente una delegación de ocho empresas de Taiwán visitó la pasada semana a algunos de los principales fabricantes de células fotovoltaicas en España (Pevafersa, Solaria, Cimysa, Isofotón o Acciona) con el objetivo de acercar posturas y alcanzar acuerdos con los grandes fabricantes nacionales, bien para vender células desde Taiwán o bien para estrechar lazos con las empresas españolas que aborden el mercado chino, según avanzó Stephen Huang, director general de la firma Topco Scientific y portavoz de la delegación comercial.

Durante la visita, los empresarios taiwaneses incidieron en las diferencias entre China, que ofrece precios y calidades más bajos, y Taiwán, que cuenta con una industria tecnológica e innovadora mucho más desarrollada. De hecho, en apenas dos años se ha convertido en el quinto productor del mundo (se espera que a lo largo de este año pase al cuarto puesto), con un 6,7% de la producción mundial (300 megavatios, más del doble que la previsión del Plan de Energías Renovables para España en 2010), por detrás de Japón (36,4%), Alemania (20%), China (15,1%) y EE UU (6,1%). Además tiene a la empresa Motech Solar como la novena del mundo, con una cuota una cuota de mercado del 3,47% en 2006.

Déficit comercial

A pesar de que las importaciones de células fotovoltaicas tan solo suponen 764 millones de euros en el conjunto de las importaciones españolas (259.000 millones en 2006), es un buen reflejo de los problemas del sector exterior español: demasiada dependencia de las compras y pérdida de competitividad vía precios con China, lo que ha repercutido en el progresivo deterioro del déficit comercial.

En los seis primeros meses de 2007, las importaciones procedentes de Asia ya representan un 16,7% de las compras al exterior (23.034 millones), mientras que las exportaciones tan sólo suponen el 5,8% de las ventas (5.348 millones). El desequilibrio en el caso de China es aún mayor: se compra por valor de 8.420 millones de euros y tan sólo se vende por 942 millones.

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