Las cajas acuden a la Bolsa
La Caixa romperá el hielo con el estreno bursátil de su holding de participadas Criteria, que pondrá a prueba los planes futuros del sector y el interés de los inversores por este tipo de empresas.
La Bolsa española va a incorporar en los próximos meses a nuevos inquilinos con los que está escasamente familiarizada, los holding empresariales de varias cajas de ahorros. La Caixa dará el pistoletazo de salida a comienzos de octubre con el estreno bursátil de Criteria, nombre con el que ha bautizado a la mayor cartera industrial en España, valorada en más de 25.000 millones de euros. La operación promete ser punto de referencia para Bancaja y Caja Navarra, que ya han anunciado que prevén seguir los pasos de la entidad catalana, y a las que también podría sumarse Caixa Galicia, aunque con carteras industriales mucho más modestas.
'Es una forma de hacer líquidas unas inversiones al tiempo que se mantiene el control sobre ellas. Además, las cajas se aseguran una fuente de recursos para las necesidades futuras de financiación', explican en Standard & Poor's. No está en duda por tanto el acierto estratégico para las cajas. Pero ¿qué atractivo ofrece al inversor un holding empresarial como Criteria?
Dos factores son determinantes. 'Se invierte en un holding por el descuento y por la confianza en el equipo gestor', reconocen fuentes financieras. No en vano, Criteria engloba las participaciones de La Caixa en empresas que ya cotizan en Bolsa, como Gas Natural, Repsol YPF o Telefónica, y hay que ofrecer alicientes para optar por comprar acciones del holding en lugar de adquirirlas directamente en mercado. Corporación Financiera Alba es ahora la única corporación empresarial que cotiza en la Bolsa española y lo hace con un descuento respecto a su valoración -participaciones cotizadas y no cotizadas- de alrededor del 30% tras las últimas caídas bursátiles, según apuntan fuentes financieras. 'Todo dependerá del descuento. Del propio con el que cotizan los holding industriales y del que se aplique de forma adicional', señalan desde una gestora de fondos española a propósito de la salida a Bolsa de Criteria, donde advierten que el momento actual de mercado 'es complicado, sobre todo en el sector financiero'. 'La colocación del tramo minorista (que supone la mitad de la operación) no tendrá problema. Otra cuestión será el tramo institucional, que marcará el descuento', añade un analista.
Criteria afronta la presión de un descuento propio de los holdings y otro adicional por la incertidumbre de mercado
Otro de los reclamos propios de los holding industriales es un elevado pay out -o porcentaje del beneficio que se dedica al pago de los accionistas- y que en Criteria rondaría el 90%. Esta generosa retribución deberá ser compatible en cualquier caso con la agresiva política de inversiones que tiene prevista la compañía, con compras en el sector financiero en los mercados de Europa del Este, Estados Unidos o incluso Asia por importes de entre 500 y 2.000 millones de euros. El objetivo es rebajar en un plazo de entre tres a cinco años el peso del sector servicios sobre el conjunto de la cartera, desde el 83% actual al 60%. 'Puestos a valorar la experiencia del equipo gestor, el negocio financiero es el que mejor conocen', comentan en el mercado, y el deseo de expansión de La Caixa en el exterior ha sido precisamente detonante para el diseño de la salida a Bolsa de Criteria. Otro de los factores determinantes para el inversor es la capacidad de influencia sobre la gestión de las compañías participadas. Así, el reparto de dividendos dependerá en buena medida del dividendo entregado por las compañías en cartera. En este sentido, La Caixa tiene una posición de gran peso en Gas Natural, Repsol YPF, Agbar, Abertis y Telefónica.
El largo camino de las cuotas participativas
Carecen de derechos de voto pero tienen el rango de títulos de renta variable y pueden cotizar en Bolsa. Y, para colmo de exotismos, sólo las emiten cajas de ahorros. O, al menos, si llegan algún día a decidirse a ello. Las cuotas participativas quedaron reguladas en diciembre de 2003 pero su carácter controvertido, antesala para los representantes sindicales de la privatización de las cajas de ahorros, ha congelado hasta ahora su emisión.Mientras La Caixa pone toda la carne en el asador con la salida a Bolsa de Criteria y se convierte en modelo a seguir para las aspiraciones de Bancaja y Caja Navarra, la alicantina CAM ha reconocido estos días que estudia la emisión de cuotas participativas. Se desempolva así una figura del agrado no sólo del propio sector de las cajas de ahorros sino también del Banco de España, que ve en ello una vía para que estas entidades se ajusten a la disciplina y transparencia que impone el hecho de tener que rendir cuentas ante el mercado.Sin embargo, aún está todo por hacer. 'Llevamos trabajando en el tema un par de años pero aún hay que definir aspectos esenciales. Hay que hacer un descubrimiento sobre cuál debería ser el precio. Las cuotas ahora no tienen cara ni ojos', reconocen en un banco de negocios.La necesidad de financiación apremia y, más allá de las actuales turbulencias, las cajas aspiran a asegurarse fórmulas de crecimiento futuro. 'Las cajas que estén bien gestionadas y en las que no haya batalla política tendrán más posibilidades de emitir cuotas', apuntan en el sector.