Las oficinas de Santander se vuelcan en colocar bonos convertibles
Las 2.706 sucursales de Santander en España trabajan a marchas forzadas para comercializar los 5.000 millones de euros en bonos convertibles que va a emitir para financiar la compra de ABN. Los inversores podrán suscribir de 5.000 euros a un millón.
La maquinaria comercial de Santander está a pleno rendimiento. El grupo financiero ha aleccionado a toda su red para convencer a sus clientes de las bondades de los bonos convertibles. Las 2.706 oficinas del banco llevan diez días tratando de comercializar 5.000 millones de euros que el banco va a emitir en obligaciones convertibles en acciones. æpermil;stos recursos se emplearán en la operación de compra del holandés ABN.
Hasta ahora el producto ha tenido una acogida muy positiva entre los clientes del banco y más de 3.500 millones de euros (el 70% de la emisión) ya están comprometidos, según fuentes conocedoras de la operación.
A lo largo de esta semana se espera que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé el visto bueno al folleto, pero los comerciales de Santander ya han explicado a los clientes algunos detalles del producto.
Los clientes de Santander que tengan una cuenta corriente en la entidad podrán suscribir de 5.000 euros a un millón, en tramos de 5.000 euros. Los bonos ofrecerán una rentabilidad del 7,5% el primer año y del euribor más 2,75 puntos durante los cuatro restantes. El ahorrador deberá convertir en títulos del banco las obligaciones al cabo de los cinco años, pero una vez al año tendrá la opción de transformarlas.
Una de las dudas de la operación es la ecuación de canje. æpermil;sta se fijará en noviembre, cuando el banco haya realizado la ampliación de capital de 4.000 millones de euros. Los bonos se emitirán desde el 4 de octubre.
Las obligaciones convertibles en acciones no es la modalidad más habitual para financiarse, pero tampoco es excepcional. Actualmente están admitidas a cotización emisiones de bonos convertibles de La Seda de Barcelona, Dogi y Servicepoint.
Por otra parte, el grupo Santander ha recurrido al Banco Central Europeo en una de las habituales demandas de liquidez de las últimas semanas. En una de las operaciones su filial Santander Consumer Finance ha presentado como colateral o garantía para tomar 1.000 millones de euros una titulización por igual cuantía de sus créditos, que ha sido suscrita por el BCE. El asesor de la operación ha sido JPMorgan y los títulos cuentan con la máxima calificación.
¿Mejor o peor que comprar acciones?
La gran duda del ahorrador. ¿Son tan atractivos los bonos como los pintan? ¿Tienen ventajas respecto a invertir directamente en acciones del Santander? Los expertos explican que no son bonos convertibles al uso, en los que el inversor decide si transforma o no dichos títulos de renta fija en acciones. En este caso, la conversión en acciones no es potestativa sino obligatoria, por lo que hay que tener claro que es una inversión en renta variable. Así, el asunto puede reducirse a una simple cuestión: ¿por los intereses del bono compensa pagar una prima del 20% respecto al coste actual de la acción? Suponiendo que el precio de referencia de la emisión sea de 12,77 euros, al que cerró ayer la acción, los títulos deben subir por encima de 15,32 euros para que los bonistas tengan plusvalías por la revalorización en Bolsa del Santander. Si al final de los cinco años, el banco cotizara a 15,32 euros, los bonistas sólo habrían ganado los intereses pactados (el 7,5% el primer año y el euribor a tres meses, que actualmente está en el 4,75%, más 2,75 puntos porcentuales), es decir, en torno a un 37,5% en el periodo de cinco años, siempre que el euribor se mantenga. Mientras, los accionistas se habrían embolsado un 20% sólo con la revalorización de la acción, a lo que se sumaría el dividendo, que representa una rentabilidad anual del 4,7% según las estimaciones de JCF sobre el precio de cierre de ayer. De este modo, el rendimiento de los accionistas ascendería al 43,5% en cinco años, superior a la de los bonistas.