Crecimiento y reformas
Tras la OCDE la semana pasada, Bruselas acaba de revisar a la baja su estimación del crecimiento de la economía francesa para este año: 1,9% en lugar de 2,4%. Si el Gobierno sigue contando con una horquilla más optimista del 2% al 2,5%, la realidad es que la actividad marca el paso en nuestro país. Medio punto de crecimiento menos del previsto representa cerca de 9.000 millones de euros menos de creación de riqueza, de menos empleos nuevos, de déficit públicos aún más difíciles de contenerse y, a fin de cuentas, de márgenes de maniobra reducidos. Y surge la pregunta: ¿se puede reformar todo lo necesario en un contexto de crecimiento ralentizado?
El retraso francés
¿Tendrá la economía francesa razones particulares para temer los efectos de la crisis hipotecaria en EE UU? A primera vista, ni más ni menos que sus vecinos europeos. Hay que buscar en otra parte una explicación a la corrección a la baja realizada por la Comisión Europea para Francia este año. (...). El pesimismo que parece impregnar la percepción de la economía francesa por Bruselas no merecería mayor atención si no se hiciera eco de las estimaciones emitidas recientemente por los expertos de la OCDE y por una mayoría de los economistas franceses.
Pascal Aubert, en La Tribune, París