Luces, cámara, inacción
En ocasiones, la inacción puede hablar más alto que las palabras. Los anuncios del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Inglaterra de que no cambiarían sus tipos de interés -en el 4% y en el 5,75%, respectivamente- no conmocionaron a nadie, dadas las recientes turbulencias en los mercados monetarios y financieros. La decisión de no hacer nada trajo más significado del que normalmente debería, particularmente en el caso del BCE (...). Hace tan sólo un mes que Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, avisó de que la amenaza de una alta inflación merecía 'una fuerte vigilancia', una frase que significaba la firme intención de incrementar los tipos en la siguiente reunión (...). El BCE evidentemente todavía cree que los tipos de interés necesitan crecer. La política es todavía 'acomodaticia', dijo Trichet ayer, por lo que hay riesgos de que la inflación suba (...).
Los responsables del banco están teniendo que repensar la perspectiva de los tipos de interés dadas las duras condiciones en los mercados crediticios (...). Si los préstamos son racionados más cuidadosamente, las economías crecerán probablemente menos rápidamente y los riesgos de inflación se reducirán (...). El BCE (...) puede arrepentirse del lujo de dar a los mercados un anuncio del mes cada vez que planee incrementar los tipos.