El Káiser gana el Príncipe de Asturias al doble Nadal-Federer
El heptacampeón de Fórmula 1 Michael Schumacher recibe el galardón dos años después que Alonso
Michael Schumacher entró ayer en el coto privado de Fernando Alonso. El piloto alemán de Fórmula 1 fue galardonado ayer con el Príncipe de Asturias de los Deportes, un premio que su colega ovetense ya tenía desde hace dos años. Cuando a Alonso se le concedió el galardón, no había ganado todavía ninguno de sus dos campeonatos mundiales de automovilismo, mientras que Schumacher ya tenía siete. En aquel momento la alonsomanía acallaba cualquier voz que no considerara justa la concesión. Ahora, el conocido como el Káiser ya puede decir que también reina en tierra del que fuera su último gran rival.
'Si todo hubiera sido lógico', el piloto alemán habría sido galardonado hace dos años y Fernando Alonso recibiría ahora el premio, opina la periodista Olga Viza, miembro del jurado, quien recordó que en 2005 no se votó la candidatura de Schumi. La figura del alemán fue presentada en esta convocatoria por Juan Antonio Samaranch, presidente del jurado, y venció en la última ronda por 16 votos a 12 al doble formado por el tenista suizo Roger Federer y el mallorquín Rafael Nadal, primero y segundo del ranking.
'En 2002 Schumacher igualó el récord del argentino Juan Manuel Fangio al sumar su quinto campeonato mundial. Posteriormente con las victorias obtenidas en 2003 y 2004, estableció el récord de siete títulos en los mundiales de Fórmula 1', señala el acta leída por Samaranch.
El renano Michael Schumacher (1969) nació en Hürth-Hermülheim, una pequeña localidad cercana a Colonia. Desde muy pequeño se inició pilotando karts. Con 15 años se proclamó campeón de su país de esta modalidad y a los 21 consiguió el campeonato alemán de Fórmula 3.
Medio kilómetro metros fue lo que aguantó en su primer Gran Premio de Fórmula 1, en Bélgica. Un problema en el embrague de su Jordan Ford fue el estreno en 1991 de un piloto que en 15 años ganaría 91 carreras y obtendría 154 podios y batiría todos los récords de esta competición. Ya con la escudería Benetton, al año siguiente, se resarciría en el mismo circuito al ganar su primer Gran Premio. Esa temporada sería el mítico Ayrton Senna quien le quitara el campeonato. Hasta 1994 no llegó su primer título, delante del británico Damon Hill, triunfo que repitió en 1995.
Además de Hill, otros grandes como David Coulthard, Jacques Villeneuve o Mika Häkkinen sufrieron su agresiva conducción y vieron como el káiser conseguía con Ferrari cinco coronas consecutivas, hasta que un jovencísimo Alonso le alejó de la victoria en 2005 y 2006, año de la retirada.
'Me alegro por él y por mi deporte', dijo ayer el piloto asturiano. Y es que Schumacher es un mito del automovilismo, pero también un modelo fuera de los circuitos. El jurado señala entre sus méritos que desde 1995 sea enviado especial de la Unesco para la educación y los deportes. Además ha destinado 10 millones de dólares para los damnificados por el tsunami que arrasó el sudeste asiático y actualmente recauda dinero con fines benéficos. Se lo puede permitir. Cuando en 2006 se retiró había ganado 475 millones de euros, según la revista Forbes, ingresos que sigue manteniendo con patrocinadores como Shell y Omega.