Peatones con dos ruedas para hacer negocios y turismo
El patinete eléctrico 'segway', vehículo en boga para visitas guiadas y servicios en ciudades o empresas.
Sigues siendo un peatón, pero 25 centímetros más alto. Mira, mira lo fácil que es girar', explica animadamente Ricardo Gómez, gerente de Segway Publitour, desde su patinete eléctrico mientras da vueltas, acelera y frena como si las dos ruedas sobre las que se desplaza fueran sus verdaderos pies. Su compañía se dedica a organizar visitas guiadas por Madrid en segway. En los últimos meses este invento del estadounidense Dean Kamen -presentado en 2001- está comenzando a utilizarse en España para rutas turísticas y en empresas de logística o publicidad.
El segway está concebido como un vehículo de transporte para peatones. El uso es sencillo. El piloto se sube a una pequeña plataforma, se coge al manillar y con un simple balanceo hacia adelante, el patín arranca y acelera. Si desea frenar, desplaza el cuerpo hacia atrás, todo a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora. Los giros pueden hacerse, según el modelo, desde el manillar o moviendo el cuerpo a izquierda y derecha.
'¡Ni hao! ¡Ni hao ma!', saluda Gómez en mandarín desde su segway a unos viandantes chinos en plena Puerta de Alcalá. Los peatones con los que se cruza se quedan sorprendidos por el artilugio y Gómez, con un desparpajo muy conveniente para su negocio, explica el funcionamiento y reparte folletos de los recorridos que organiza. Por 50 euros, dos horas por el Madrid moderno, el histórico o el triángulo del arte, alrededor del Museo del Prado.
Compañías como Vodafone o Coca-Cola programan rutas con 'segways' como incentivos para sus empleados o dentro de su actividad de cursos de formación
æpermil;l no es el pionero. La primera empresa en organizar estos tours fue Barcelona Glides. Pronto la idea se expandió por ciudades como Sevilla, Toledo, Córdoba o Mérida. En Madrid, ya son tres empresas las que realizan visitas con ruedas. Segway Publitour lo hace desde septiembre de 2006 y su clientes son en un 60% extranjeros. El resto suelen ser clientes españoles, incluso de la propia ciudad, que simplemente quieren divertirse.
Pero Gómez, un emprendedor autodidacta de 30 años y con un puñado de negocios, cree que el segway tiene muchas más usos. La publicidad es uno. Con una carcasa con la imagen de una marca, el vehículo se convierte en 'una cuádriga romana que llama mucho la atención', asegura. En este lo han contratado 20 compañías.
Las empresas de seguridad (para las rondas de los guardias), las de logística como MRW (la primera en utilizarlo), los campos de golf, o AENA (en el aeropuerto de Barajas) lo usan, según explica Francesc Llorens, gerente de Segway España, la distribuidora oficial. La policía municipal de nueve ciudades también los han comprado para sus patrullas, sobre todo en zonas peatonales. Desde 2005, la empresa ha vendido 1.800 aparatos, 800 en 2006. 'Queda un mercado muy grande -asegura Llorens- sobre todo en el cliente empresarial'. El mayor inconveniente del vehículo es su precio. 5.795 euros para el modelo urbano y 6.295 para el todoterreno (sin IVA), aunque La Caixa los ofrece en renting.
Las utilidades del transporte dan para imaginar posibilidades. La compañía Destinos Manchegos, de Daimiel (Ciudad Real) dispone del modelo todoterreno para realizar excursiones por los espacios naturales de Las Lagunas de Ruidera, Cabañeros y las Tablas de Daimiel. Empleados de Coca-Cola, Volvo, Philip Morris o Vodafone viajan hasta allí con el fin de realizar cursos de formación donde los segways están presentes.