Olivas cambia al director general de Bancaja
Cuatro años de cohabitación. Así se puede definir la relación que han mantenido el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, y el director general, Fernando García Checa. Ayer se puso final a una historia de enfrentamientos con la marcha del máximo ejecutivo de la caja.
Un consejo extraordinario, convocado de manera urgente en la mañana de ayer, primer día hábil tras las vacaciones de agosto, sirvió para poner punto final a la difícil cohabitación entre el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, y el director general, Fernando García Checa.
La llegada de Olivas a la presidencia de la entidad hace cuatro años abrió un periodo de enfrentamientos entre el nuevo presidente y el ya por entonces director general. La voluntad de Olivas de participar de una forma más activa en el día a día de la tercera caja de ahorros española, pese a que su cargo no le concede atribuciones ejecutivas, no agradó desde un principio a García Checa, lo que ha provocado a lo largo de los años algunos conflictos.
La entidad se limitó ayer, sin explicar las causas, a dar a conocer el relevo. Le sucederá el hasta ahora director general adjunto del área financiera, Aurelio Izquierdo. Es el cambio natural, como hace nueve años lo fue García Checa de Emilio Tortosa. Sin embargo, tras la salida de García Checa no hay tanto un problema político -el último en la dirección general de la caja venía precedido por un cambio en el color político de la presidencia, del PSOE al PP- como un problema de gestión.
Izquierdo, adjunto a la dirección y hombre de la casa, sustituye a García Checa
Según fuentes de la caja, el nombramiento de José Luis Olivas, ex presidente de la Generalitat Valenciana por el PP, supuso una modificación en el modelo de presidente de la caja. Mientras que sus antecesores habían mostrado un perfil más institucional, Olivas quiso desde el primer momento implicarse en la dirección de la caja. Ya en aquel momento, hubo voces críticas que apuntaban la voluntad de Olivas de convertirse en una especie de presidente ejecutivo, pese a lo que recogen los estatutos de la entidad.
Esa actitud desagradó a García Checa, un hombre formado en la casa, que intentó por todas las vías mantener su parcela. Algunas fuentes apuntan a que el momento más crítico entre ambos llegó con la suspensión de pagos de Terra Mítica, sociedad de la que la caja es una de sus principales accionistas. García Checa forzó la suspensión de pagos del parque creado por un Gobierno de la Generalitat del que Olivas era consejero en aquel momento, lo que provocó el enfado del ya presidente de la entidad financiera.
La decisión de ayer llegó por sorpresa, si bien a finales de julio Bancaja apartó a García Checa, y a su predecesor, Emilio Tortosa, del consejo de Banco de Valencia, participado por la caja. Ayer, la salida del primer ejecutivo de la entidad se presentó como un acuerdo entre ambas partes, es decir, García Checa y Olivas han pactado a lo largo de este mes de vacaciones el fin de su relación, algo que no estaba previsto, ya que el propio director general había planteado a sus colaboradores algunas acciones para las próximas semanas.
García Checa llegó a la dirección de Bancaja hace nueve años durante la presidencia de Julio de Miguel. Durante este periodo ha sido el responsable del crecimiento de Bancaja, abriendo oficinas en todo el país.
Un número dos más próximo al presidente
El nuevo director general de Bancaja, Aurelio Izquierdo, llegó a la entidad en 1988 procedente de Arthur Andersen y fue ascendiendo en la casa hasta alcanzar el puesto de director general adjunto del área financiera. Criado en la entidad, ha estado un puesto de responsabilidad en momentos como las fusiones de las Caja de Segorbe, Castellón, Sagunto y Carlet, la compra de Banco de Murcia, de Valencia y de Sindibank.Más próximo a José Luis Olivas que García Checa, Izquierdo ha pilotado junto al presidente la creación de Bancaja Inversiones, con las participadas cotizadas, así como el proyecto de venta y salida a Bolsa de parte de esta sociedad.