Barcos para todos los mares
Especializado en embarcaciones de esloras medias, Faeton cuenta con una de las instalaciones más modernas para la fabricación en serie. Exporta la mitad de su producción.
Su nombre, Faeton, evoca al hijo del dios griego del Sol, Febo, quien quiso probar su ascendencia conduciendo el carro del sol de su padre. Su audaz empresa acabó trágicamente, dado que el pilotaje del carro se le desvío y Zeus tuvo que pararle disparándole un rayo. Los modelos del astillero almeriense, con más de 20 años de historia, son una referencia a la agilidad del carro, aunque estos carruajes surcan los mares en vez de los cielos.
El astillero está especializado en la gama de embarcaciones deportivas y de pesca crucero en el segmento de esloras medias -entre siete y doce metros-. 'Es un tipo de barco para pesca y crucero muy polivalente', explica Vicente Canosa, director general de Faeton. 'En general, es el barco más solicitado, porque sirve para un uso familiar', añade.
Dentro de este segmento, y para satisfacer los diferentes gustos y necesidades, dispone de 13 modelos que va renovando, al igual que un fabricante de automóviles, y distribuye por todo el mundo. Más de 3.000 barcos Faeton atracan en los principales puertos extranjeros, ya que la mitad de la producción va directamente a la exportación.
Creada hace dos décadas por tres socios en Gador (Almería) la empresa fue comprada en 2005 por la firma de capital riesgo Corpfin. Desde entonces su director general es Vicente Canosa. Aficionado a los barcos, ésta era la única experiencia directa que tenía en el sector cuando fue elegido para dirigir la compañía. Ahora, es capaz de explicar cada detalle de la producción del astillero.
'Este sector lo que necesita es mucha pasión y mucha afición', expone Canosa. 'Es un negocio muy duro y muy esclavo en el que los clientes se merecen estar atendidos permanentemente', comenta. Se animó a coger las riendas del astillero al apreciar un negocio 'muy atractivo por su gran capacidad de desarrollo y de crecimiento'.
Las instalaciones del astillero son de las más modernas de Europa, con una fábrica de 40.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 100.000 metros. 'Nuestro objetivo es seguir creciendo', explica Canosa. Para ello dispone todavía de unos 60.000 metros. 'Tenemos mucha capacidad de ampliación, con prácticamente ninguna limitación', explica el director general.
El nuevo astillero se construyó hace tan sólo siete años. En él, combinando los métodos más tradicionales con las últimas tecnologías, se realiza todo el proceso de fabricación, desde el almacenaje hasta el montaje. Las únicas excepciones son los motores y parte del mobiliario, que se compra a proveedores y se instalan en la cadena de montaje.
'Empezamos con el diseño y la ingeniería, visitamos los salones y puertos y partimos de un diseño conceptual que, luego, hay que plasmar a mano alzada', prosigue Canosa. Para cada modelo, se construye un molde con el fin de replicar y sacar varias unidades. Es una de las inversiones más importantes, que 'supone alrededor del 70% del nuevo modelo', apunta. Se utiliza una tecnología de tres dimensiones en máquinas de cálculo remoto y se crea físicamente un modelo de mentira que, después, se tira para fabricar el molde.
A partir de ahí se cortan las piezas de fibra de vidrio y se procede al montaje, en el que trabajan muchos especialistas, desde electricistas hasta carpinteros, para cuidar todos los detalles del barco. 'Es como una casa de prefabricados', indica Canosa. El astillero emplea a unas 50 personas repartidas entre administrativos e ingenieros, que se añaden a los 150 obreros de la fábrica.
Una vez montado el barco, no puede faltar el riguroso control de calidad, con sus pruebas de flotabilidad y de estanquidad en pequeñas piscinas. Luego, ya están listos los barcos para su envío a través de transportes especiales.
Mercado europeo
Canosa añade que la mejor publicidad del astillero fuera de España son sus propios modelos. 'Los turistas vienen aquí y ven nuestros barcos atracados en los puertos y se interesan por ellos', explica. Faeton empezó a exportar sus modelos desde los primeros años. Cuenta ya con distribuidores por toda Europa y en Venezuela, aunque sus mercados principales siguen siendo el francés y el italiano.
'Exportar a Estados Unidos es otra cosa, el coste del transporte es muy importante, y más ahora con el euro tan fuerte frente al dólar', según Canosa. 'Pero tenemos el producto y la calidad suficiente', asegura, por lo que no descarta un posible desembarco en el continente norteamericano.
En el mercado nacional, Canosa indica que todas las zonas están creciendo bastante, tanto Cataluña como Baleares, además de la costa de Levante, Andalucía y la cordillera cantábrica. Dentro o fuera de España, la ambición de la empresa sigue siendo la misma: seguir creciendo y ser un referente en su segmento.
Datos básicos
PioneraA principios de los años noventa, Faeton fue pionera al presentar en el mercado una lancha bow-rider de proa abierta, ahora tan de moda. A partir de 1995, el astillero se especializó en la producción de embarcaciones propulsadas por ejes, presentando en el Salón de Barcelona la Faeton 780 Moraga, que se ha convertido en un referente europeo en el mercado de la pesca-paseo, con casi 800 unidades producidas desde entonces.
ProducciónEl astillero produce unos 250 barcos cada año, de los cuales cerca de la mitad se destinan a la exportación. Tiene una producción acumulada de 3.000 embarcaciones y dispone de distribuidores en Alemania, Bélgica, China, Eslovenia, Irlanda, Italia, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza y, al otro lado del Atlántico, Venezuela.
FábricasLas instalaciones de Faeton se encuentran en Gador, Almería, donde se creó la empresa hace más de 20 años, pero en una nueva fábrica de 40.000 metros cuadrados que se construyó en el año 2000. El complejo dispone de todo lo necesario para la construcciones de las embarcaciones, desde el almacén, el corazón del recinto en el que se acumulan todos los elementos, hasta las oficinas administrativas y de diseño y la nave de montaje.
DiseñoEl astillero lleva ocho años colaborando con el arquitecto naval estadounidense David L. Napier, diseñador de cascos en V -profunda para los famosos Sport Fishers USA como Bertam o Cabo- y especialista en barcos de navegación en mala mar. En cuanto a los interiores, son mayoritariamente obra de profesionales italianos.