Cajamar gana peso a costa de las rurales en el negocio cooperativo
Las cooperativas de crédito mantienen su importancia en el negocio financiero nacional. En 2006 controlaban una cuota de mercado del 4,3%, frente al 44,8% de las cajas y el 50,9% de los bancos. Sin embargo, el equilibrio de poder en el seno del tercer actor de la banca española cambia conforme avanza la década.
El sector está integrado por 77 cajas rurales y 6 laborales y profesionales. Juntas cuentan con un patrimonio de 96.208 millones de euros. En 2006, las rurales suponían el 79,3% de los activos del mundo cooperativo, según la patronal Unacc.
Cajamar, la mayor cooperativa de crédito española, ha ganado peso a través de una agresiva política de expansión. Si en 2001 esta caja representaba el 13,49% de los activos del sector, en 2006, abarcaba un 20,39%. De hecho, en 2005 desbancó a la Caja Laboral como la mayor entidad del gremio.
Pero Cajamar ha cobrado importancia, sobre todo, a costa de sus hermanas rurales, quienes la expulsaron de la Asociación de Cajas Rurales (AECR) en 2002. Estas cajas han cedido terreno y pasado de controlar el 64,27% de los activos, en 2001, al 58,96% hace un año. Es previsible que esta cuota mengüe también en 2007, con la fusión de la Rural del Duero con Cajamar.
El peso de las rurales por beneficios, en cambio, ha subido del 56,2%, en 2001, al 60%, en 2006. La aportación de Cajamar queda estancada en el 16% en este periodo. Mientras, Caja Laboral -aún primera cooperativa por ganancias- pasa de lograr el 26,6% del resultado al 21,6%.