Solbes mantiene previsiones y minimiza los efectos de la crisis
El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, elevó hoy al Consejo de Ministros un informe sobre la situación económica en el que minimiza el impacto en España de la crisis hipotecaria de Estados Unidos y mantiene las previsiones de crecimiento contempladas en el cuadro macroeconómico que se aprobó en julio.
Asimismo, el vicepresidente económico ha destacado en su informe el alto nivel de ¢transparecencia, prudencia, competencia, rentabilidad y provisiones¢ del sistema financiero español, lo que le excluye de cualquier paralelismo con el mercado 'subprime' estadounidense.
Según informó su Departamento, Solbes también se ha referido a los últimos datos de Contabilidad Nacional (crecimiento del PIB del 4% interanual), del IPC adelantado del mes de agosto (2,3% interanual) y de la ejecución presupuestaria hasta el mes de julio. Estos últimos reflejan que el Estado obtuvo en los siete primeros meses un superávit de 8.015 millones de euros, el 0,77% del PIB.
Para el titular de Economía y Hacienda, todos estos datos confirman que la economía española se encuentra en una ¢posición muy sólida¢, con tasas de crecimiento muy superiores a las de la media de la eurozona y una notable fortaleza del empleo.
Además, en el informe se resalta que la calidad de dicho crecimiento económico ha seguido mejorando en los últimos meses, al haberse registrado una moderación de la demanda interna y una menor aportación negativa del sector exterior al PIB.
Solbes ha indicado que a ello hay que unir el ¢saneamiento¢ de las cuentas públicas y el hecho de que la tasa de inflación se encuentre en los niveles más bajos del conjunto de la legislatura. Todos estos datos, precisa el informe, permiten al Gobierno mantener las previsiones aprobadas en julio y que apuntan a un crecimiento de la economía española del 3,8% este año y del 3,3% en 2008.
El vicepresidente económico también ha presentado al Consejo de Ministros otro informe, referido al cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria en 2006, en el que se confirma que las administraciones públicas registraron un superávit del 1,8% del PIB en el conjunto del ejercicio.