Los jóvenes inundan la red de de tendencias de consumo

Ni en templos de la moda ni en medios especializados; los nuevos gurús del estilo se mueven en la red

La moda se ha hecho un hueco en internet, y no únicamente por la vía formal de las páginas corporativas o las tiendas virtuales (aunque también). Lo que se lleva ha entrado con los jóvenes que han puesto con sus fotos, vídeos y comentarios en la red un toque de estilo que crea tendencias. El ancho de banda trajo los servicios de fotografía, y tras la fotografía llegó toda una legión de aficionadas y aficionados a la moda y a sí mismos, que publican fotos de Paris Hilton luciendo último modelito, Victoria Beckham enseñando a sacar partido de un corsé, o sencillamente de ellas y ellos, que se retratan con su última ocurrencia para combinar unos tejanos.

Basta dar una vuelta por sitios de internet como Fotolog y ojear los álbumes de fotos que allí se publican. Adolescentes y jóvenes que posan con las mismas actitudes e intención que las y los modelos de pasarela y que producen la sensación de estar parado frente a un catálogo de moda. La moda la están haciendo los jóvenes en la red, con los materiales de su vida cotidiana. Y de eso son conscientes, al menos, un puñado de compañías.

'Fotolog es un escaparate para los fashionistas', dice Víctor Gil, consultor de The Cocktail Analysis y conocedor de lo que se cuece en internet. Un par de cifras de Fotolog muestran las dimensiones del fenómeno. En el tiempo que lleva funcionando ha reunido 286 millones de fotos de más de 10 millones de personas repartidas por todo el mundo. Y cada día otro medio millón de fotos más son publicadas por quienes ignoran cualquier pudor para exponerse públicamente ante una audiencia ilimitada a la que desconocen.

Fotolog no es la excepción, sino la regla de un completo universo sociocultural en el que los jóvenes expanden su vida cotidiana en el mundo virtual. Absurdo y trivial para quienes viven ajenos a él, pero cargado de sentido para quienes religiosamente publican a diario una foto de sí mismos (o de sus ídolos, ya sean éstos la penúltima cantante de pop o el último bolso de Prada). Y junto a Fotolog, otros servicios de fotografía, como Flickr, Flodeo, o redes sociales del estilo de MySpace, un servicio en el que se crean páginas personales y donde cada uno cuenta sus intereses, incluye la música que le gusta y publica sus fotos.

'Fotolog es un escaparate abierto a innovadores en moda', opina Gil. '¡¡Majica!!, el bolso que me compré me viene de perlas en este viaje. Cuando vuelva me renovaré el vestuario de otoño-invierno. Ve pensando en sugerencias. Bss', le comenta una chica a una fotologuera estilosa; mientras que otro lanza sus propias sugerencias de colores para la temporada que se avecina: 'Podéis añadir a la paleta, los nude de Miu-Miu o Dior, los violeta de Lanvin, y el amarillo mostaza de Prada'.

Así que 'la detección de tendencias se hace cada vez menos en la calle y más en internet', asegura Víctor Gil. Su empresa, por ejemplo, tiene un panel de 300 informantes reclutados en internet, que ofrecen información sobre tendencias sociales. Con una opinión más templada, Anabel Vázquez reconoce que en los cuatro años que ha trabajado como coolhunter (cazatendencias) para empresas estadounidenses identificando modas de todo tipo ha echado mano habitualmente de internet.

'El poder es realmente increíble, porque puedes influir sobre una cantidad de gente que no es grande, pero que puede resultar influyente'; dice Anabel, que mantiene un blog sobre tendencias desde hace tres años. 'Yo pienso lo rentable que soy para un montón de marcas que me apetece citar en mi blog'.

Hace un tiempo que en algunos sectores hay conciencia de este fenómeno, al que han bautizado con el nombre de tecnoinfluenciadores. La consultora Hitwise señalaba hace un mes un dato significativo: la tienda británica TopShop (en la que la modelo Kate Moss firmó su propia colección) recibe más tráfico por parte de la red social MySpace (cinco veces más) que de los buscadores de Microsoft (MSN) y Yahoo. Son los propios jóvenes y usuarios de MySpace con sus enlaces a la tienda, mostrando lo que les gusta y lo que han adquirido -'oye, ¿dónde lo compraste?'- los que la colocan sobre la ola del comercio electrónico.

Y en Estados Unidos la moda ya ha superado en volumen de ventas por internet a los ordenadores. El año pasado los sobrepasó por primera vez, según un informe divulgado por Forrester Research en mayo. Se trata de tiendas que se han embarcado exitosamente en lograr que los estadounidenses compren sin espejo delante. Eso sí, con la ayuda de iniciativas como la gratuidad de los portes y la posibilidad de devolución de compra.

Las tiendas virtuales despegan en España

En España las compras a través de la red constituyen un sector que crece cargado de posibilidades, según señala un informe publicado esta semana con el título De rebajas por la red, elaborado por la consultora The Cocktail Analysis. 'Es uno de los sectores que más creció en 2006', dice Víctor Gil, socio de la firma. Hasta el 15% de los internautas realizaron compras de ropa en 2006, según el INE. Gil señala dos puntos para argumentar sus expectativas: 'la penetración de la compra por catálogo en España es grande, son personas que no necesitan ver el producto directamente para comprarlo'. Además, explica, 'ese segmento de población está entre los 30 y 40 años, justo un franja de edad en la que la penetración de internet es muy alta'. Y así lo confirma Martín Manent, presidente de la asociación de comercio electrónico (Aecem). 'Los datos de algunas tiendas son espectaculares, aunque vayamos por dos o tres años detrás de EE UU'. Según Manent, 'hay tiendas de ropa en España que están recibiendo entre 2.000 y 3.000 pedidos diarios, una barbaridad para el comercio electrónico'. Que tiemblen los macrocentros comerciales.