Los mejores ríos para quemar adrenalina
Los deportes de río ofrecen emociones fuertes y el placer del contacto con la naturaleza a europeos atraídos por el clima y la hidrografía española
Un grupo de extraños personajes con casco y con traje de neopreno, abierto hasta la cintura, subiendo un risco del Pirineo. En tiempos de guerra, sería un comando que prepara una emboscada al enemigo. En tiempos de paz, sólo pueden ser practicantes de barranquismo, que suben primero la montaña para luego bajarla siguiendo el curso del río. Tienen un virus que sólo se cura en agua dulce, y que también produce afición al rafting, al hidrospeed o al piragüismo, según la virulencia de la cepa.
Normalmente se asocia esta epidemia con el riesgo, pero la Naturaleza es sabia y sus paisajes tienen distintos grados de dificultad, de modo que cualquiera puede iniciarse en ellos, con que tenga un mínimo de forma física y sepa nadar. Las empresas hacen un seguro de asistencia en caso de accidentes. El sector no sufre intrusismo, señalan desde la Federación de Piragüismo, que imparte las titulaciones para todas excepto para el barranquismo.
España es uno de los mejores lugares de Europa para practicarlos, gracias al clima. 'Vienen sobre todo de Centroeuropa y de Inglaterra', señala Joan Belmonte, de Yeti Emotions (Llavorsí, Lérida). 'Y últimamente vienen muchos israelíes, se está poniendo de moda allí'. Las emociones más fuertes se pueden vivir en los Pirineos, donde los ríos son más caudalosos y hay una mayor cantidad de barrancos. 'La combinación turística de Barcelona y los Pirineos es muy atractiva', añade Belmonte.
En equipo
El deporte de aguas bravas más sencillo es el rafting, que se hace en grupo y es como una actividad de parque acuático en plena naturaleza, pese a lo arriesgado que parece. Una lancha neumática, unos tres o cuatro remeros a babor y otros tantos compañeros a estribor, además de un monitor a popa que lo controla todo. En función de la actitud y la habilidad de los participantes éste decide la cantidad de emoción que le pone al asunto y si, por ejemplo, da la vuelta a la embarcación.
Se trata de remar, de vencer los rápidos, y de evitar caerse al agua. La equipación incluye el chaleco salvavidas, el traje y las botas de neopreno. El precio de la actividad está sobre los 30 euros. Una variante del rafting es el bus bob, que tiene forma alargada y cuyos tripulantes no van sujetos a la lancha. Caben cuatro personas más el guía.
Algo más de nivel exigen las canoas y los kayaks, que llevan uno, dos o tres tripulantes pero sin timonel profesional. Es el paso previo para intentar el piragüismo, que da una mayor capacidad de movimientos pero que presenta la dificultad de que la embarcación está enganchada al deportista a través de la manta térmica, de modo que es más complicado recuperar la posición normal en caso de volteo.
Es necesario hacer un curso previo; uno de cuatro sesiones, de iniciación, puede costar 75 euros para un adulto. La ruta guiada sale a partir de 30 euros, y una piragua cuesta entre 700 y 1.200. El equipo completo sale por 2.000 euros.
En el mundo
Al margen de los Pirineos, en España hay aguas bravas naturales en Galicia y en Asturias, entre otras regiones. En algunas, como Murcia, se están creando zonas de práctica artificiales con ayuda de los embalses. Pero los mejores ríos de aguas bravas del mundo están en América, de Estados Unidos a la Patagonia.
'En Europa están los Alpes y los países nórdicos, pero cuesta mucho más caro y no hay mucha diferencia con lo que tenemos en España', explica Belmonte. 'Compensa viajar a Suramérica en plan expedición de un mes, o a Nueva Zelanda, aunque allí hay que ir en noviembre', añade.
No hace falta ir hasta las Antípodas si uno se conforma con la tranquilidad de un embalse, un lago, un pantano o un río. En cada provincia suele haber algún escenario donde practicar el piragüismo y sus hermanos menores. En la Sierra de Guadarrama de Madrid, en Castilla y León, en Extremadura, Navarra y la propia Aragón, hay oportunidad de probar también la vela, el windsurf, el submarinismo, o montar en moto acuática.
Contra el estrés, descender un cañón
Acaba con la adrenalina de cualquiera. El barranquismo parece propio de anfibios, porque reúne habilidades de escalada y acuáticas. Los barrancos se pueden bajar o bien rapelando, es decir, bajando por una cuerda sujetos a un arnés, o bien saltando directamente a las pozas si tienen agua y si la apertura del salto y la profundidad lo permiten.'No hay que tener miedo al agua', advierte Javier Guiu, de Vertientes Aventura, de Alquézar (Sierra de Guara, Huesca). 'Aunque siempre hay una opción para evitar el salto', aclara.También hay que tener fondo físico, puesto que la dificultad viene dada tanto por la complejidad del río como por su longitud; hay recorridos que duran una mañana o incluso un día. 'El barranco de Gorgas Negras no es extremadamente complicado técnicamente, pero exige tres horas de subida por la montaña y ocho horas de descenso', explica Guiu.Lo habitual es que con los grupos vaya un monitor por cada ocho personas si hace falta rapelar, y por cada diez si no hace falta. Hasta ahora no había una titulación concreta exigida a los monitores, pero está en periodo de moratoria la obligación de tener el de técnico deportivo en montaña y barrancos.El nivel más bajo es el apto para familias con niños de seis años; una expedición de ese tipo cuesta unos 30 euros, precio que sube para otros niveles.Quienes se enganchen pueden comprar un equipo de barranquismo por unos 350 euros. Lo básico es el traje de neopreno -a partir de 200 euros-, el arnés -unos 40-, el casco -30- y las cuerdas -unos 100 euros-.Aunque los hay repartidos por toda la geografía española, la Sierra de Guara cuenta con la mayor cantidad de cañones practicables, de modo que durante todo el año hay opción de bajar por alguno, aunque el verano es la mejor época. En invierno se hacen barrancos secos o casi secos. Los Pirineos son más estacionales, y la temporada va de marzo a octubre.
Direcciones. Guía para perder el miedo al vértigo
CATALUçA
Yeti Emotions. Borda era de l'Alfons-Afores, s/n. Llavorsí (Lérida). Tlf.: 973 622 201.Rafting Llavorsí. Camí de Riberies. Llavorsí (Lérida). Tlf.: 973 622 158.Aiguadicció Rialp. Avda. Flora Cadena, 51. Rialp (Lérida). Tlfs.: 973 621 417 / 625 498 497.Turisnat Pirineus. Pg. de Les Vernedes, s/n. Sort (Lérida). Tlf.: 973 621 008.
ARAGâN
Vertientes Aventura. C/ San Gregorio, 5. Alquézar (Huesca). Tlf.: 974 318 354.Avalancha. Arrabal, s/n. Alquézar (Huesca). Tlf.: 974 318 299.Explora. Carretera A-132, s/n. Murillo de Gállego (Huesca). Tlf.: 974 383 022.
RESTO DE ESPAçA
Asturkayak. San Roque, s/n. Peñamellera Baja (Asturias). Tlf.: 985 414 057.Avensport. C/ Raimon, 2. Picassent. Tlf.: 961 235 076.K2 Aventura Tour. Mies de Resolores 12, 1-A. Cartes (Cantabria). Tlf.: 615 497 665.Patea tus montes. C/ San Agustín, 9. La Orotava (Tenerife). Tlfs.: 922 335 903.Exploramas. C/San José, Local 1-A. Mijas-Costa (Málaga). Tlf.: 952 477 951.Turismo Rural y Aventura. C/ Lope de Rueda, 60 Local. Madrid. Tlf.: 91 573 08 60.Navarra Aventura BKZ. Albergue Bertiz. Narbarte (Navarra) Tlf.: 948 592 322.Ur 2000. Playa de Laida - Bº Arketa, s/n. Ibarrangelu (Vizcaya). Tlf. 94 627 66 61.
De moda. 'Hidrospeed', un hombre contra el río
Nació como una alternativa sencilla y comercial al piragüismo, el deporte de río individual por excelencia. El hidrospeed se basa en una tabla con forma de trineo en el que sólo va una persona. La tabla actúa de flotador y protege el tronco del tripulante de las piedras del fondo y de los rápidos; los brazos agarran con fuerza las asas del trineo, y las piernas van al aire.Las aletas se utilizan para adoptar la dirección más adecuada para seguir la corriente del río y evitar los choques con las rocas. No requiere una técnica depurada ni formación previa, como el piragüismo.Sin embargo, tiene cierto riesgo. Los trajes de neopreno llevan protecciones extra en las rodillas y en los brazos. Otro peligro es quedar atrapado en un remolino, o en un rebufo; en esos casos hay que girar el trineo con fuerza para retomar el camino. En caso de volteo, es fundamental no soltar las dos asas a la vez.Con cada grupo de seis u ocho personas van uno o dos monitores; uno de ellos va subido a una piragua, lo que le permite mayor libertad de movimientos.Los precios varían según la longitud y la complejidad del río, pero están a partir de los 40 euros. La mejor época para practicarlo es la primavera, cuando el caudal es mayor.
Vacaciones para todos los gustos
Zambullirse por la mañana en un río y, casi a continuación, admirar la amplitud de un paisaje montañoso es posible gracias a la privilegiada combinación de tierra y agua que ofrece la naturaleza. Los deportes de río suelen ir en lotes de deportes de riesgo o alternativos, los llamados programas multiaventura. El puenting, la escalada, la hípica y el senderismo son buenas opciones para quienes se cansan del agua.Las ofertas pueden incluir alojamiento y comida. Una estancia de una semana en un hotel del Pirineo de Lérida con rafting, barrancos e hidrospeed puede costar unos 500 euros. Las empresas especializadas también organizan viajes a la medida y para empresas.