Ellos también se apuntan a la fiebre del botox
Hace ya algún tiempo que las cremas, las dietas alimenticias y el gusto por la moda y el diseño han dejado de pertenecer con exclusividad al universo femenino. También los hombres se muestran interesados por cuidar su físico.
No es ninguna novedad, incluso hace algún tiempo se acuñó un término, metrosexual, para designar a los varones que se apuntaban a la nueva tendencia. Pero sí lo es su progresivo interés por el botox, una toxina generada por una bacteria llamada Clostridium Boltulinum, que tiene un efecto paralizante a nivel muscular y que se aprovecha para neutralizar las arrugas que se originan en diferentes zonas.
'Hay muchas mujeres que se someten al tratamiento, pero el público masculino va aumentando de forma progresiva y, actualmente, en torno a un 20% de los pacientes son hombres', comenta Rafael Serena, cirujano plástico de la Clínica Planas de Barcelona.
Las razones para someterse a este tipo de tratamiento son diversas. 'Las mujeres desean rejuvenecer y tener un rostro relajado, ellos intentan eliminar la seriedad de su semblante', explica Ángel Juarez, jefe del departamento de cirugía plástica de La Zarzuela. 'El paciente más joven normalmente viene por su propio pie, pero el más mayor se suele someter al tratamiento porque su mujer lo ha hecho anteriormente', añade el doctor Serena.
Presentadores de televisión, pilotos, profesionales con relevancia pública pero también muchas personas anónimas son los perfiles habituales de los hombres que se someten al tratamiento del botox en la actualidad. 'Me lo apliqué la primera vez el año pasado en la zona del entrecejo y, para el futuro, estoy estudiando hacerlo en las comisuras de los ojos', explica un piloto de línea aérea que prefiere permanecer en el anonimato. Decidió someterse al tratamiento por razones estéticas y por motivos laborales. 'A los pasajeros les proporciona mucha tranquilidad entrar en un avión y ver una cara relajada', asegura.
Según este profesional, 'hace unos años era impensable que un hombre se echara cremas, pero aunque la gente sea todavía un poco recelosa a comentarlo los hombres cada vez tendemos más a cuidar nuestro aspecto físico'.
De esta forma, la población masculina se apunta progresivamente a la lucha contra los efectos del paso del tiempo. Ahora, parecer más joven y mostrar un aspecto saludable y relajado ya no es algo exclusivo de la mujer.
Paz Pardos, médico estético de la Clínica Bari de Madrid, indica que 'los hombres que acuden a la clínica normalmente son personas de un nivel económico medio-alto y que suelen gesticular mucho'.
La inyección de botox no requiere quirófano ni recuperación, tiene una duración de entre cuatro y seis meses y cuesta una media de 500 euros por sesión.
En España, para uso cosmético se comercializa el medicamento producido y registrado por la empresa Allergan, ubicada en Irving (California). Este producto en nuestro país recibe el nombre comercial de Vistabel.
Usos médicos para un producto asociado a la belleza
A pesar de que la aplicación de la toxina botulínica se relacione normalmente con fines cosméticos, este tratamiento ofrece también soluciones médicas. Entre sus primeros usos se encuentra la utilización en los músculos de los ojos para tratar el estrabismo. Sin embargo, con el paso del tiempo su uso se fue extendiendo hasta convertirse en un tratamiento para las migrañas, la sudoración excesiva y las enfermedades neuronales, como blefarospasmo, hemiespasmo facial, tortícolis espasmódica, distonías, temblores y espasticidad.'Eliminar el sudor de algunas zonas del cuerpo como las axilas, la espalda, la cabeza, la frente, la zona lumbar, las palmas de las manos o las plantas de los pies son algunos de los fines que persiguen los hombres que se aplican botox', observa Rafael Serena, médico de la clínica Planas. Así, este tratamiento no sólo ofrece una alternativa para disimular los signos del envejecimiento, sino también un novedoso método para tratar algunas enfermedades.