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Pequeños Gigantes

Irisgem, el brillo único del diamante artesanal

Exclusividad. Gemas de origen biológico con carácter único. Esta seña de identidad del Instituto de Monocristales es producto de su apuesta por la I+D. En los últimos cuatro años ha invertido en este apartado cuatro millones de euros

Puede haber diamantes de laboratorio?, ¿es posible conseguir un diamante personalizado procedente del mechón del cabello de una persona o de un animal? Aunque parezca increíble, esto es así. La empresa española Instituto de Monocristales, cuya localización geográfica no puede identificarse por razones de confidencialidad, es la responsable de producir y comercializar este tipo de diamantes que no desmerecen en calidad a los naturales.

Constituida en el año 2001, la compañía 'fabrica' dos tipos de diamantes. Uno de ellos es el producto denominado Diamante Irisgem, realizado a partir del mechón del cabello de una persona. Un hecho llamativo, pero que Ramón Martín, director general de Instituto de Monocristales, justifica científicamente: 'El diamante es carbono cristalizado. Por tanto, si cogemos carbono y lo cristalizamos obtenemos un diamante. A su vez, el cabello humano se compone de un 80% de queratina, una proteína cuya composición elemental, en peso, es carbono (un 47% aproximadamente)'.

El sistema consiste en extraer el carbono del pelo de la persona y tratarlo adecuadamente en un proceso que tarda unas 15 semanas, desde que lo pide el cliente y hasta que lo recibe en casa. 'Este diamante dispone de una carga emocional muy importante, puesto que está hecho con carbono que pertenece a una persona querida, como una madre, la abuela, hijos...'.

Aparte de este diamante de origen biológico, procedente de un ser vivo, también la empresa comercializa otro diamante, pero esta vez cultivado a partir del carbono mineral. 'Aunque ya no tiene la simbología emocional del anterior', añade Martín. La producción es siempre individual y artesanal.

Los estándares de calidad de las gemas no difieren de las de origen natural y los precios oscilan desde los 1.900 euros, que son las más asequibles, hasta los 12.000 euros, para las de más quilates. 'El tiempo de creación de un diamante depende del color y del tamaño. Podemos parar el crecimiento cuando queramos, en 0,25 quilates o en 1 quilate, por ejemplo'. Los diamantes más pequeños tardan en crecer tres o cuatro días, mientras que los más grandes tres o cuatro semanas.

Sorprendentemente, según Martín, los nichos de mercado que primero se han interesado por estos diamantes han sido el funerario y las mascotas, aunque la vocación de la empresa es la colocación de sus productos en las joyerías. En cuanto al primero, 'este mercado nos ha venido sin haberlo buscado. Aunque parezca algo tétrico, muchas personas quieren tener un recuerdo de la persona fallecida o bien hacerle un homenaje. Por su parte, el mercado de mascotas es muy activo en países como Japón'.

La empresa, que recibe fondos Feder y del CDTI para distintos proyectos, ha apostado fuertemente por la I+D. 'En los últimos cuatro años hemos invertido en este apartado unos cuatro millones de euros y contamos con dos millones más para los próximos ejercicios', señala Martín. Sobre las ventas, el director general no quiere dar cifras, pero señala que, 'aunque todavía son pequeñas, hemos duplicado las del año pasado y pensamos multiplicar por dos la facturación en cada ejercicio'.

Proyecto

En la actualidad trabajan 14 personas en la fábrica, aunque en unos años prevé dar el salto a una planta industrial que dispondrá de 200 máquinas, con las que se producirán 200 quilates mensuales. 'Para entonces esperamos estar presentes en mercados como Japón, China, India, EE UU, Europa y los países árabes. También, en el mercado español, aunque es poco consumidor', dice Martín.

Datos básicos

Colores. El catálogo de productos incluye cinco colores: ámbar, amarillo, verde, azul e incoloro. 'Estas tonalidades dependen de si en el proceso de crecimiento del diamante quitamos algo de nitrógeno (amarillo); eliminamos más (verde) o si lo retiramos totalmente (incoloro). Cuando retiramos todo el nitrógeno y añadimos una pequeña cantidad de boro se obtiene el azul', resalta Cristina Domínguez, química de la compañía.Calidad. La máxima calidad que se puede alcanzar en los diamantes ámbar es de dos quilates y en los incoloros y azules, medio quilate.Formas. Los diamantes tienen tres tipos de formas de carácter estándar: redonda, princesa y radiant (estas dos últimas cuadradas).Comercio. La empresa vende desde 2006 directamente al público o a través de distribuidores que contactan con ella. 'Ya tenemos lista de espera. A finales de año haremos un lanzamiento para seleccionar las joyerías de un cierto nivel que vendan nuestro diamante original', señala Martín.

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