Por primera vez en 25 años, la planta que la estadounidense General Motors posee en Figueruelas (Zaragoza) cierra las puertas un mes seguido. La medida, pactada entre la empresa y las centrales sindicales, tiene como objetivo prepararse para la fabricación simultánea de tres modelos (Corsa, Meriva y Combo). Esta excepcional medida es un claro ejemplo de la importancia que tiene que las empresas sean lo más flexibles que puedan, con el fin de adaptarse a las necesidades de la demanda. Ello conlleva, inevitablemente, idéntica flexibilidad por parte de los trabajadores. Figueruelas es un ejemplo de empresa y relaciones laborales modernas.
EDITORIAL