Los Gobiernos se van de compras

Vaya por Chelsea, un caro barrio de Londres, y podrá pasear por los barracones de Coldstream Guards, ahora propiedad del Gobierno de Qatar; una rama del venerable Barclays pronto será parte de la República Popular China (...). Lo que sirve para Chelsea pronto podría ser real para los vecindarios de las economías abiertas en todo el mundo: los Gobiernos han salido de compras.

El dinero que están usando mayoritariamente viene de los fondos estatales (...). Estos fondos son ya gigantes -valen entre 1,09 billones de euros y 1,83, según lo estimado por el Tesoro de EE UU- (...). Los políticos del mundo rico están cada vez más preocupados por esta moda (...). ¿Que ocurre si un Gobierno hostil toma una participación en una industria estratégica? (...). Dubai International Capital (...), por ejemplo, ya posee un 3% de EADS, el constructor del Airbus y los Eurofighters: pero no debería preocupar a nadie (...). La principal razón de preocupación sobre la codicia de los fondos estatales es uno financiero. Con un par de excepciones -el más notable es el fondo de pensiones el Gobierno noruego- estos fondos hacen socios de capital riesgo dechados de transparencia. Nadie conoce mucho sobre sus cuentas y balances internos, inversión estratégica u objetivos comerciales.