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Cese

Guerra abierta entre los accionistas de Funespaña

La junta de accionistas de Funespaña celebrada esta semana aprobó el cese de José Ignacio Rodrigo como presidente. Entre Rodrigo y la familia Valdivia, fundadora de la compañía, existen visiones de negocio prácticamente irreconciliables.

En estas condiciones Rodrigo no quiere presidir Funespaña', explicaron ayer fuentes cercanas al hasta ahora presidente de la primera funeraria española. El valor en Bolsa de la compañía cayó ayer un 2,97% cerrando a 7,85 euros por acción.

La junta de accionistas de la compañía, celebrada esta semana, acordó el cese de Rodrigo como presidente, informan fuentes que estuvieron presentes en dicha junta, y de los cuatro consejeros independientes. Así como el nombramiento de una hija de Juan Antonio Valdivia, con el 26,7% del capital, como consejera.

No obstante, Rodrigo se mantiene como el primer accionista individual de la compañía, con un 29,5% del capital y 'no tiene pensado vender su participación, de momento', señalaron las fuentes consultadas. La decisión de provocar la destitución de Rodrigo como presidente fue impulsada por la familia Valdivia, fundadora de la compañía y que controla más del 40% del capital, apoyado por otros accionistas, como el empresario catalán Esteve, con algo más del 5% del accionariado.

Por primera vez en su historia, la funeraria no dará este año dividendo

Fuentes cercanas a Rodrigo adelantaron que el directivo ha enviado un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mostrando su oposición a la aprobación de las cuentas de Funespaña. El motivo, explicaron las fuentes consultadas, es la posible competencia desleal que supondría el hecho de que Juan Antonio Valdivia posea intereses en el negocio funerario en Almería en una sociedad distinta a Funespaña.

'Rodrigo midió mal sus fuerzas en la junta de accionistas', afirman fuentes que estuvieron presentes en esa junta, celebrada el miércoles. 'Logró el 42% de los votos, pero Valdivia alcanzó el 52%'.

Las mismas fuentes señalan que se acordó no dar dividendo este año, con lo que 2007 será el primer ejercicio de Funespaña como compañía cotizada en el que no se remunere al accionista. Así mismo añaden que Rodrigo propuso en la junta destituir a Juan Antonio Valdivia como vicepresidente, lo que no fue aceptado.

A pesar de ser cesado como presidente, Rodrigo hizo uso de su derecho como primer accionista individual para nombrarse consejero de Funespaña.

La guerra abierta entre los principales accionistas de Funespaña sucede en un momento peliagudo para la primera funeraria española. En Madrid se está desarrollando un juicio desde el pasado mes de junio en el que se determinará si la dirección de Funespaña y concejales del Partido Popular actuaron de forma ilegal en el proceso de privatización de la funeraria municipal de Madrid, ocurrido hace 15 años, y en el que Funespaña adquirió el 49%.

La fiscalía solicita penas de hasta 19 años de cárcel para los primeros directivos de la funeraria cotizada.

Dos visiones irreconciliables

El enfrentamiento entre José Ignacio Rodrigo, presidente de Funespaña, y la familia Valdivia, fundadora de la compañía, viene dado por las visiones de negocio prácticamente irreconciliables que mantienen unos y otros. Mientras que Rodrigo defiende un cambio radical del negocio de la primera funeraria española, la familia Valdivia prefiere potenciar el negocio funerario de la empresa convencida de que al sector español 'le aguarda una auténtica revolución', aseguran fuentes cercanas a Valdivia. Lo que propone Rodrigo es cambiar el nombre de la compañía, trasladar su domicilio social de Almería a Madrid e introducirse en nuevos negocios 'dado que el funerario está ya agotado', dicen fuentes cercanas al directivo. Rodrigo incluso elaboró este año una oferta para competir por la compra de Continental Auto, la empresa de transporte en autobús del grupo ACS que finalmente fue adquirida por National Express.

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