Unos 70.000 abonados siguen sin luz en Barcelona
Unos 70.000 abonados de Barcelona siguen hoy sin luz después de que quedara reparada la avería de la subestación de Urgell, una de las tres que ayer se vieron afectadas por la caída de un cable en la planta de Maragall, lo que ha permitido devolver el suministro a unos 30.000 usuarios.
Según ha declarado el presidente de Red Eléctrica Española, Luis Atienza, se trabaja en la reparación de la estación de Maragall, aunque Fecsa-Endesa sostiene que unos 30.000 clientes pasarán una segunda noche a oscuras. El alcalde de Barcelona ha pedido indeminzaciones a las compañías.
Los clientes beneficiados por la reparación, sobre las tres de la mañana, de la estación transformadora de Urgell son los de los barrios de Sant Gervasi y Eixample Esquerre, aunque algunos del Guinardó también vuelven a disponer de electricidad, según ha informado un portavoz de Fecsa Endesa. Mientras, se sigue trabajando en la estación de Maragall, la más afectada por la avería, ya que sufrió un incendio y quedó calcinada.
Pese a los trabajos de reparación y la ayuda de las decenas de grupos electrógenos, unos 70.000 abonads siguen sin luz en los distritos de Sant Martí, Sant Andreu, Gracia y Horta-Guinardó. De ellos, algo más de la mitad irán recobrando el suministro a lo largo del día, mientras que otros 30.000 clientes pasarán una segunda noche sin luz, según las previsiones de la empresa Fecsa-Endesa.
La más grave
Atienza ha explicado que la avería de ayer es la "más grave" que puede sufrir una subestación, ya que la caída del cable en la planta de Maragall provocó una sobrecarga, que a su vez originó un "fortísimo cortocircuito" que afectó a las subestaciones más cercanas. Atienza ha asegurado que las medidas de seguridad funcionaron correctamente, pero que una sobrecarga tan fuerte sólo pudo ser aislada tras pasar por las otras dos subestaciones. "En una zona de menos concentración urbana, el problema se habría aislado en la misma subestación afectada", pero en el caso del apagón de ayer, sólo se pudo aislar el cortocircuito tras afectar a una zona amplia. El presidente de REE ha descartado que el problema se debiera a un repunte del consumo, un sabotaje o deficiencias en el mantenimiento de la red. De hecho, ha explicado que se han "multiplicado por tres" las inversiones en la red en los últimos cuatro años.
Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha leído una declaración institucional en la que se exige a las compañías administradoras del suministro eléctrico, FECSA-Endesa y Red Eléctrica Española, que resuelvan la situación provocada por el apagón de ayer "lo antes posible". Ha exigido además que se esclarezcan las causas del apagón y que se aprueben las inversiones necesarias en la red eléctrica para evitar un episodio similar en el futuro. Finalmente, ha dicho que las empresas eléctricas "deberán pagar patrimonialmente por los daños a la ciudad y a cada uno de los ciudadanos", y ha añadido que "estaremos al lado de la gente para pedir indemnizaciones".
La declaración institucional expresa el "pleno apoyo" al "malestar" expresado por los vecinos de la capital catalana por el apagón y a la "indignación" por la dimensión de la avería. "No aceptaremos que la ciudad pase otra noche como ésta", ha apostillado el alcalde, antes de añadir que las últimas horas han sido tranquilas desde el punto de vista de la seguridad.
Caceroladas en el Eixample
Vecinos del distrito del Eixample, el más afectado por el apagón, han expresado su malestarcon diversas caceroladas tras más de 12 horas sin suministro eléctrico. Durante varios minutos, los vecinos han hecho sonar las cacerolas, bocinas o han lanzado petardos en distintas calles del Eixample como Roger de Flor, paseo Sant Joan, Rosellón o Independencia.