Los mapas para GPS, un trabajo de millones de kilómetros
Tele Atlas y Navteq dominan un negocio que cuenta con una dura tarea de elaboración sobre el terreno
Los dispositivos de navegación GPS se han convertido en uno de los equipos estrella para las tiendas de electrónica. Este año está previsto que se vendan 27,8 millones de unidades integradas en coches en el mundo, según la consultora iSuppli. Ahora bien, estos artilugios no son nada sin los mapas que llevan dentro y que no surgen por generación espontánea. Detrás de su creación hay un trabajo de cientos de personas que anualmente recorren al año miles de kilómetros. Un dato, los vehículos de Tele Atlas, una de las principales empresas del sector, han recorrido 3,86 millones de kilómetros desde 2001. Su rival Navteq, cuenta con unos 600 geógrafos y topógrafos en todo el mundo (40 en España), que conducen constantemente por las carreteras elaborando cartografías. Hasta enero de 2007 habían recorrido 919.690 kilómetros.
El proceso es largo. La primera tarea de las creadoras de mapas pasa por acudir a distintas fuentes que contienen información geográfica: ayuntamientos, diputaciones, Catastro, Ministerio de Fomento, editoriales de atlas Una vez recabados los datos de base empieza el trabajo de campo.
Las compañías como Tele Atlas o Navteq cuentan con vehículos (furgonetas y coches, respectivamente) adaptados para ir reconociendo el terreno. 'Nuestros vehículos cuentan con seis cámaras, una de ellas estereoscópica que puede hacer fotos con una panorámica de 360 grados', señala Elena de Leiva, directora de marketing en España de Tele Atlas, quien explica que la empresa debe atribuir toda la información recabada de las bases de datos. 'La atribución supone, entre otras tareas, reconocer la veracidad de los datos, que pasa por situar correctamente los números de las casas, la situación correcta de infraestructuras como las rotondas, comprobar la colocación de semáforos o establecer el límite de velocidad impuesto en cada zona', indica esta directiva, que cree que sin el exhaustivo trabajo de campo habría muchos fallos. La empresa tiene equipos de trabajo que llegan a vivir hasta seis meses seguidos en una autocaravana recogiendo información a diario.
Pilar Ruiz, responsable de operaciones de la oficina de Madrid de Navteq España, también sostiene que es esencial el trabajo sobre el terreno para chequear que los datos son correctos 'e introducir atributos de circulación para poder mostrar la información desde el punto de vista de la navegación'. Y es que los mapas digitales son distintos a los convencionales en papel, dado que estos últimos tienen una perspectiva aérea. 'Para la navegación se requiere una visión horizontal: ver a través de los ojos del conductor', dicen desde Navteq, que han conseguido poner a punto la cartografía de la nueva M-30 en unos 30 días (10 de ellos de trabajo de campo).
Según cuenta Ruiz, en España su compañía tiene seis oficinas, cada una con un área de influencia que abarca entre 250 y 300 kilómetros 'para evitar grandes desplazamientos'. Los especialistas de Navteq, que pasan entre el 40% y el 50% de su tiempo circulando por calles y carreteras actualizando datos, trabajan en equipos de dos, con un GPS situado en el techo de sus coches y con una precisión media de un metro. 'El receptor está conectado a un ordenador portátil que usa un programa especial y que nos ayuda a recoger geometrías'. Igualmente, el copiloto lleva unos auriculares que le permiten introducir comentarios indicando los cambios a medida que se rastrea la zona.
El trabajo nunca acaba. Fuentes del sector advierten que es necesaria la actualización continua de la información puesto que todos los años cambian entre el 15% y el 20% de los datos. 'Hay nombres nuevos, vías que se abren al público, cambios en el sentido de calles o carreteras', aseguran. Por ejemplo, los responsables de Tele Atlas señalan que su empresa hace hasta cuatro ediciones al año. Una vez recogidos los datos, éstos son tratados en el centro de procesamiento que, en el caso de Tele Atlas, está en la India. Aunque antes de ser enviados a los clientes (los fabricantes de los equipos de navegación), en España se hace un repaso puesto que el profesional indio puede cometer algunos errores al no conocer el idioma u otras indicaciones de carácter local. En Navteq se apuesta por dos maneras de producir: directamente en las oficinas (el 80% del trabajo, 'porque es clave el conocimiento local') o, en caso de macroproyectos (por ejemplo, la actualización de números de portales de varias provincias españolas), a través de sus centros en Dakota del Norte, India y México.
La complejidad de los mapas es cada vez mayor. De una cartografía sintética en los primeros GPS, se empieza a pasar a otra con fotografías de monumentos y con la creación de mapas en tres dimensiones. Algunos expertos, incluso, no descartan que acabe introduciéndose publicidad en ellos.
Un mercado en crecimiento
El mercado de dispositivos GPS sigue creciendo. Según la consultora iSuppli, en 2006 se vendieron 19,8 millones de GPS integrados en coches, cifra que podría llegar a 65 millones en 2012. La fortaleza del negocio ha tenido efectos en las cuentas de las empresas. Por ejemplo, TomTom, uno de los principales fabricantes de equipos, registró en 2006 unos ingresos cercanos a 1.600 millones de dólares frente a los 10 millones de 2002. En el ámbito de los mapas, Tele Atlas y Navteq mantienen una posición de casi duopolio. La primera lideraría, según sus propios datos, el ámbito de los dispositivos portátiles y la segunda el de los navegadores instalados en vehículos.Ahora, la incertidumbre se ha asentado en el sector en España tras las palabras pronunciadas por el director general de Tráfico, Pere Navarro, en las que apuntaba que su organismo está estudiando introducir como infracción el programar el GPS con el vehículo en marcha. Sus declaraciones han tenido respuesta. La Asociación de Instaladores de Car Audio y Multimedia aseguró esta semana que la manipulación de los dispositivos mientras se conduce es 'irresponsable', aunque advirtió que las declaraciones de Navarro 'dejan entrever que los GPS son peligrosos para la conducción, cuando queda totalmente demostrado que su uso responsable contribuye a una conducción más segura y sostenible'.Fuentes del sector explican que una de las opciones contempladas es introducir la alternativa de bloqueo en estos dispositivos de tal forma que cuando el coche supere la velocidad de cinco o diez kilómetros por hora no se pueda programar un nuevo destino.