Koplowitz pacta con sus socios aliados nuevas condiciones para salir del capital
Cambios por sorpresa en los férreos pactos entre Esther Koplowitz, primera accionista de FCC y sus socios Ibersuizas, Cartera Deva y Bodegas Faustino. Si la empresaria ejercita la opción de comprarles sus acciones, quedarán fuera del cálculo del valor dos filiales: la cementera Uniland y la concesionaria Global Vía. Así se lo han pedido los socios para que no impacte negativamente en el precio de salida.
Las dos partes llevaban meses hablando de los cambios y los formalizaron el pasado 22 de mayo en cuatro documentos. Lo comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 10 de julio aunque el supervisor lo difundió ayer. En ellos se reflejan los cambios de los contratos de inversión, desinversión y de los socios de la instrumental B-1998, la sociedad que tiene el 52,5% de FCC y engloba las participaciones de Koplowitz (el 73,4%, lo que supone un 40% de la constructora) y de su socios (el restante 26,6% o 13,9% indirecto en FCC).
Todo surgió a raíz de la compra de la cementera catalana Uniland por parte de la filial Portland Valderrivas en agosto del año pasado. La división de FCC pagó 1.092 millones por el 50,5% de la cementera a la familia Romeu y ahora ya controla un 59% con opción a llegar al 74%.
Cuando se cerró esta gran adquisición, algunos socios de Koplowitz le plantearon a la empresaria su temor a que operaciones corporativas como ésta pudieran afectar negativamente al precio de salida del capital, explican fuentes de la constructora.
Hasta enero de 2011, ninguno de los socios -Ibersuizas (10,55% de B-1998), Cartera Deva (5%), la familia Peugeot (5,72%) y Bodegas Faustino (5,33% y en su caso el plazo dura hasta el 1 de mayo de ese año)- puede vender.
Pero Koplowitz sí puede adelantar la salida de algunos o todos si ejercita la opción de compra prevista en los pactos parasociales firmados en 2005. La empresaria no lo contempla ahora en ningún caso y no hay cambio de socios ni de su peso, insisten las citadas fuentes.
Nuevas incorporaciones
Pese a todo, algunos socios querían asegurar que las futuras compras u operaciones no afectaran negativamente al beneficio bruto de explotación por su carga financiera añadida. Y es que precisamente el Ebitda es uno de los elementos para fijar el precio de venta a Koplowitz (junto a la cotización media de seis meses). Si baja esta partida, el día de la eventual desinversión, baja también el pago recibido.
Finalmente, las dos partes decidieron que quedaran fuera de la fórmula para hallar ese precio tanto Uniland como Global Vía, la concesionaria recién creada por FCC y Caja Madrid con la suma de sus infraestructuras (autopistas, aeropuertos y hospitales). La cementera vale unos 2.000 millones y la cuarta concesionaria española nace con un valor de unos 1.000 millones pero aspira a realizar compras por 5.000 millones y salir a Bolsa a partir de 2011.
En paralelo a esta modificación, Ibersuizas y Deva han cambiado algunas de las sociedades a través de las cuales tenían su participación en B-1998.
Así, el holding Ibersuizas (participado por el Banco Pastor) da entrada como socios en su participación a Hiper Centro, Biscaybay y el fondo de capital riesgo EBM Alisma, que en 2005 compró con BBVA la cadena de ropa de hogar textura. También figura la familia catalana Llorens Torne, a través de Catalana de Obras y Servicios, como ya avanzó Cinco Días. Mientras, cartera Deva ha traspasado parte de su peso a Eurocis. Queda fuera la sociedad Arzubi.
La ausencia de Peugeot y Portillo
Llama la atención que la familia Peugeot es el único socio de Esther Koplowitz que no ha firmado los cambios en los contratos como el resto de accionistas, que en 2004 y 2005 sustituyeron a la francesa Veolia en el capital de FCC. Los descendientes de Robert Peugeot, bisabuelo de los actuales miembros de la familia francesa, no han pedido modificaciones y tampoco se han adherido a la que supone excluir a las filiales Uniland y Global Vía de un eventual precio de salida antes de 2011 si Koplowitz lo decide. No se sabe el motivo, pero si este accionista tuviera que salir del capital aparentemente podría salir perjudicado.Otra ausencia de los pactos parasociales, pero ésta justificada, es la de la inmobiliaria Colonial que controla el sevillano Luis Portillo. Esta compañía entró en el capital en diciembre tras comprar el 15% de FCC a Acciona, que libró una batalla fallida en los tribunales para intentar entrar en el consejo de su competidora. Portillo sí ha logrado dos consejeros pero no forma parte de los pactos parasociales y tampoco se prevé.