Rodrigo Uría fallece de un infarto a los 66 años
Cuando en octubre de 2005 Rodrigo Uría anunció su decisión de abandonar la dirección ejecutiva de Uría Menéndez lo hizo tal y como él decía que le gustaba hacer las cosas: por sorpresa, con decisión, sin preámbulos. 'Ni estoy cansado ni me lo ha pedido nadie. Nunca se ha hablado de que me retire, pero me gusta hacer las cosas porque sí, y si es por sorpresa, mejor todavía', dijo entonces.
La noticia de su fallecimiento, producida a causa de un ataque al corazón mientras se hallaba de vacaciones con un grupo de amigos cerca de la costa de Dubrovnik (Croacia), sacudió ayer tanto al mundo del Derecho como al de la empresa y la cultura. Heredero del olfato jurídico de primerísima clase que distinguió a su padre y maestro, galardonado en 1990 con el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Rodrigo Uría se ha ido a los 66 años de forma inesperada y sin preámbulos.
Hombre de una fuerte personalidad y un sentido del humor inconfundible, el socio director del bufete Uría Menéndez durante 30 años -socio presidente de la firma en los dos últimos años y presidente del Real Patronato del Museo del Prado- solía decir que la intuición era su mejor herramienta a la hora de tomar decisiones correctas.
Los que le conocieron, los que trabajaron a su lado, los que se sentaron frente a frente con él en una negociación o a lo largo de un proceso, sabían que sus decisiones se guiaban, además de por la intuición, por una solidez jurídica fuera de lo común, una profunda cultura y una fuerte personalidad.
Algo que quedó patente ayer en las reacciones de estupor y consternación con las que se comentaba la noticia, especialmente dentro del ámbito de las grandes firmas legales de Madrid y Barcelona, al frente de las cuales no sólo contaba con rivales, sino también con grandes amigos.
A lo largo de su carrera, Rodrigo Uría combinó su liderazgo al frente del bufete que fundó su padre, y que junto a su amigo y ex ministro Aurelio Menéndez él convirtió en una gran firma de prestigio internacional, con su pasión por el arte. Así, en 2004 fue nombrado presidente del Patronato del Museo del Prado, del que era vicepresidente desde 1999.
También asesoró al Gobierno en las negociaciones para la adquisición de la colección de pintura del barón Thyssen-Bornemisza y en la creación del museo del mismo nombre, entre otras operaciones. En su etapa al frente del Patronato del Prado, el museo ha acometido la mayor ampliación de sus casi dos siglos de historia.
Grandes operaciones
Nacido en Madrid el 12 de enero de 1941, tras licenciarse en Derecho se incorporó al bufete familiar. Desde 1973, fecha en la que entró en el despacho, se involucró junto a su padre y Aurelio Menéndez en la reforma del despacho y en desarrollar su labor como especialista en Derecho Societario y en fusiones y adquisiciones.
Precisamente la última de ellas fue la opa de la eléctrica italiana Enel y la empresa de servicios Acciona sobre Endesa, por un volumen total que podría superar los 43.700 millones de euros al final de la adquisición. Rodrigo Uría encabezó el asesoramiento de su despacho a Acciona que, al final logró superar las dificultades de otras ofertas competidoras, como la de la alemana Eon.
Especialista en Derecho societario y en fusiones y adquisiciones, participó en numerosas operaciones, algunas de ellas imprescindibles para entender el panorama económico actual en España. Así, en 1980 representó al banco británico Barclays en su adquisición del Banco de Valladolid, la primera compra de un banco español por otro extranjero, y asesoró a los bancos Santander y Central Hispano durante su fusión, en 1999. Fue también coordinador del equipo de abogados que representó a España en las reclamaciones exteriores derivadas de la marea negra del Prestige.
Su brillante currículo está lleno de premios y distinciones. Uno de los más recientes y significativos fue el concedido por la prestigiosa editorial británica Chambers & Partners, quien le premió en 2003 como reconocimiento a 'toda una vida dedicada al mundo del Derecho'.
Además de presidir el Real Patronato del Museo del Prado, era miembro del Patronato de la Fundación Xavier Zubiri; vicepresidente de Diálogo, una asociación de Amistad Hispano-Francesa; presidente de Saint-Gobain Cristalería; miembro del Consejo de Administración de Barclays Bank; y vicepresidente de Acción contra el Hambre.
Fue miembro del Patronato del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) de 1984 a 1986.