EADS, solución salomónica
El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, sellaron ayer el acuerdo con el que se pone fin al pulso que mantenían ambas potencias europeas por el reparto de poder en el consorcio aeroespacial europeo EADS. La nueva era de entendimiento entre estos países ha permitido llegar a una solución salomónica, que implica terminar con la presidencia bicéfala entre los principales accionistas de la compañía y simplificar su estructura de dirección. El alemán, Thomas Enders, el actual copresidente de EADS, será el nuevo presidente de la filial Airbus y el francés, Louis Gallois, se convertirá en el consejero delegado del consorcio. Pero, además, habrá una presidencia por turnos francesa y alemana cada cinco años, que garantiza el equilibrio de poderes entre ambas potencias.
La solución parece equitativa en cuanto no hay ganadores ni perdedores, algo en lo que insistieron ayer mucho los políticos en la cumbre celebrada en Toulouse. Presumiblemente, servirá también para que el gigante industrial gane en eficacia y responda a los retos competitivos que se le plantean. El desafío exige cambiar el actual modelo corporativo de la compañía para adecuarlo al de una multinacional que aspira a ganar terreno en el complicado mercado de la aeronáutica. Se trata, en definitiva, de que los intereses políticos no interfieran en la lógica empresarial, como ha pasado en los últimos años y que tanto EADS como Airbus estén dirigidos como una empresa, y no como un organismo internacional. El pacto para lograr una nueva organización, con sólo un responsable en cada nivel como en todas las 'empresas normales', es un paso en esa dirección.
Este momento de cambio en la estructura de mando es, por tanto, básico para el futuro del constructor aeronáutico. Lo es, también, para determinar el papel que puede desempeñar España, que participa con más del 5% a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en el capital del grupo, en el futuro de la compañía.