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CincoSentidos

Hacienda también sabe disfrutar del buen arte

Desde 2002 se han pagado tributos con obras por valor de 105 millones.

El pasado 4 de julio los sevillanos tenían motivo para la alegría: el lienzo Santa Rufina, de Velázquez, regresaba a la ciudad después de que la Fundación Focus Abengoa lo comprase en una subasta en Sotheby's por 12.472.000 euros. El cuadro había logrado movilizar a la ciudad hasta el punto de realizar una colecta pública. Finalmente, el Ayuntamiento hispalense y Abengoa no dejaron escapar la oportunidad. No en vano, hay 17 cuadros del maestro en Reino Unido y casi 20 en EE UU, pero sólo dos en la capital andaluza.

El Ayuntamiento y la Fundación Focus Abengoa han promovido un acuerdo de cooperación para la difusión de la obra de l genial pintor; crearán una casa de Velázquez en la sede de la Fundación donde se depositarán tanto Santa Rufina como otras obras de propiedad municipal, entre ellas La imposición de la casulla a San Ildefonso. Será un entorno artístico y documental de la vida y obra del pintor dentro de un proyecto a largo plazo, por 75 años.

Ese acuerdo es uno de los ejemplos de la colaboración que se lleva a cabo entre las Administraciones públicas y el sector privado para la conservación y enriquecimiento del patrimonio artístico. La forma de plasmar esa alianza es muy variada: desde adquisición preferente, ofertas directas de ventas y subastas, hasta donación y dación de obras en pago de impuestos.

Esta última fórmula es la que ha producido los resultados más espectaculares. Así, la posibilidad de pagar parte de la deuda tributaria mediante la entrega al Estado de bienes de valor histórico artístico quedó recogida en la Ley de Patrimonio de 1985 y fue estrenada por los herederos de Miró, que pagaron el Impuesto sobre Sucesiones con una colección de grabados y óleos del artista. En un principio, la norma era válida para los impuestos sobre Sucesiones, Patrimonio e IRPF, pero desde 2001 el sistema se ha extendido a cualquier deuda tributaria.

'Es una fórmula útil para recuperar el patrimonio', observa José María Beneyto, catedrático de Derecho Europeo y socio del bufete Gómez-Acebo & Pombo, firma que cuenta con un equipo de abogados expertos en Derecho del Arte. Así, cuando existe la posibilidad de ingresar obras de calidad en las colecciones públicas, el sector privado echa una mano, especialmente si la situación económica permite a las arcas del Estado renunciar al dinero contante y sonante.

El mecanismo de dación de obras en pago de impuestos no es muy habitual fuera de España. 'Tal vez existe en otros tres o cuatro países de nuestro entorno', recuerda Beneyto, quien ha podido constatar el interés que esta fórmula despierta en diversos foros de expertos.

En 1996, el valor de los bienes culturales adquiridos mediante pago de deuda tributaria era de 743.865 euros, cantidad que ascendió a 29.854.366 millones en 2002, la cifra máxima alcanzada. Desde esta fecha, las operaciones de dación se valoran en 105 millones. Sólo en la actual legislatura, las grandes operaciones se aproximan a los 48 millones, según los datos del Ministerio de Cultura.

Entre las más relevantes figura la adquisición por parte del Museo del Prado de la colección de bodegones de Rosendo Naseiro el pasado año, en una operación con el BBVA que constituyó la compra más importante de la pinacoteca en su historia.

Por este sistema han llegado al Reina Sofía, entre otras obras, el Retrato de Dora Maar de Picasso (4,3 millones de euros); el Archivo del Reino de Mallorca ha incrementado sus fondos con los documentos del Archivo Antich de Llorach (4.200 euros), o el Arqueológico Nacional un Aguamanil en bronce siglos XI-XII (1,3 millones de euros).

El Estado ha gastado este año en bienes 3,7 millones

A lo largo de 2007, el Estado se ha gastado en bienes culturales un total de 3,7 millones de euros. Las adquisiciones de bienes culturales se produce por diferentes vías. La oferta de venta supone la adquisición directa por parte del Estado a particulares o entidades no públicas. Por esta fórmula se adquirieron en 2004 Carte et Des y Bouteille et fruit de Braque para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, por 3,5 millones de euros.Cuando el Ministerio de Cultura recibe una solicitud de exportación temporal con posibilidad de venta o de exportación se considera oferta de venta irrevocable a favor de la Administración, siendo el precio de la misma el valor señalado en la petición de exportación. La Administración dispone de seis meses para aceptar o rechazar la oferta, y si la acepta tiene un año para realizar el pago. Una de las obras más destacadas adquiridas por este sistema es un tapiz de Bruselas del siglo XVI con el tema de La visión de Ezequiel, cuyo precio fue de 1,2 millones, con destino al Museo Nacional de Artes Decorativas.El Estado también puede ejercitar su derecho de tanteo en una subasta. Una de las obras más importantes adquiridas en venta pública en España han sido las cartas de Goya a Martín Zapater por un valor de 600.000 euros, destinadas al Museo del Prado.Además, puede asistir a subastas en el extranjero. En la celebración de una de ellas, compró un Díptico romano para el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida por un valor de 1,2 millones de euros.

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