El chino pone en jaque a la gran banca de inversión
Un examen de gramática se ha convertido en una barrera infranqueable para la meteórica carrera de Richard Ong, uno de los pesos pesados de Goldman Sachs en Asia. A los 42 años, Ong sonaba desde noviembre para dirigir el negocio del banco de inversión en China. Su ascenso había sido ratificado en Nueva York y llegó a realizarse su traslado desde Singapur a Pekín, pero el nombramiento ha chocado con una costumbre china que se remonta pocos años atrás: todo ejecutivo sénior relacionado con el mundo de la Bolsa debe someterse a un examen lingüístico para ejercer. China empezó a exigir esa prueba oral y escrita en 2004 y sólo los gestores que ocupaban sus puestos antes de esa fecha disponen de una pequeña tregua, pero deben aprobar la asignatura antes de 2009 si no quieren perder sus actuales empleos.
El requisito se aplica a los responsables ejecutivos, sus segundos y a los jefes de los consejos de supervisión, según el regulador del mercado bursátil chino, que ha amenazado a las firmas de Bolsa con fuertes sanciones si nombran a gestores que no hayan superado el temido examen. Toda una fórmula para dar ventaja a los talentos locales.
Richard Ong, nacido en Malasia, pero con ascendientes chinos, venía de dirigir el área de banca de inversión en Asia, pero sus nociones de chino no son lo suficientemente buenas como para sentarse en el despacho de primer ejecutivo de Goldman Sachs Gao Hua securities, nombre bajo el que Goldman opera en China. En su lugar, la compañía ha promocionado a Zha Xiangyang, seguido de su sociedad conjunta china.
La exigencia de conocer la lengua podría perjudicar los esfuerzos de los bancos de inversión internacionales por atraer a empleados de alto nivel a China, cuya economía es la de mayor crecimiento del mundo. Tal es el interés de la gran banca por esta plaza que Citigroup, Morgan Stanley y JPMorgan están intentando asociarse con firmas locales, como ya hiciera Goldman. El negocio no es para menos: sólo en la primera mitad de 2007 se han captado 16.300 millones de dólares en salidas a bolsa en China.
'Cuando se empieza a poner requisitos lingüísticos, se reduce drásticamente el abanico de talentos', comenta George Fifield, director general de la consultora Korn/Ferry International, con sede central en Pekín.
Pero también hay críticas hacia el banco. 'Goldman no debería haber nombrado a alguien que no lee ni escribe chino para dirigir su negocio'', sostiene Guo Ming, director de recursos humanos de la firma de asesoría EAL Consulting. La entidad es el tercer colocador extranjero de acciones en China y Hong Kong este año, por detrás de Morgan Stanley y UBS.