Una inflación sin excusas

La inflación en España no está bajo control, aunque esté menos descontrolada que hace un año. Tener una tasa acumulada que en sólo seis meses absorbe todo el aumento permitido para un año y un avance en doce meses del 2,5% en el índice armonizado no es una buena noticia para una economía que precisa atajar el encarecimiento de los precios para recomponer la competitividad de los bienes y servicios que produce en los mercados exteriores. Siempre hay una excusa para justificar una inflación descontrolada. Ahora son los precios del crudo y sus derivados. Pero un vistazo a la composición analítica del IPC revela que el núcleo duro sigue en los servicios (4% en tasa anual), que mantienen un rally de precios como si les estimulase una demanda infinita y no hubiese competencia. Este mes han irrumpido, puntuales cada verano, las alzas de servicios turísticos, que duplican la tasa general, mientras sus empresarios reclaman menos impuestos.