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Los cuatro aros de Audi celebran su 75 cumpleaños

La marca alemana festeja el aniversario de la fusión de cuatro firmas que crearon la empresa y el logo

Los cuatro aros de Audi celebran su 75 cumpleaños
Los cuatro aros de Audi celebran su 75 cumpleañosBLOOMBERG

El mayor fabricante de coches de Europa, Volkswagen, lleva un par de meses de efeméride en efeméride. El pasado 28 de mayo celebró el 70 aniversario de su creación de la mano de Adolf Hitler, el caudillo nazi. Estos mismos 70 años los cumplió a finales de abril el presidente del consejo de supervisión de la multinacional, Ferdinand Piëch (sobrino del creador del escarabajo, Ferdinand Porsche), el auténtico poder en la sombra de la compañía. El 2 de junio, la firma celebraba los 25 años de su entrada en China. Fue el primer fabricante extranjero en adoptar esa feliz decisión, una de las más exitosas de su historia, dado que el país es ya su segundo mercado detrás de Alemania.

Ahora es el turno de su firma Audi, el verdadero pilar de la multinacional durante su crisis financiera a principios de este siglo. La marca Premium del consorcio celebra estos días los 75 años de la fusión de las cuatro compañías (Audi, DKW, Horch y Wanderer) que dieron lugar en 1932 a Audi Auto Union, y la creación del logotipo de los cuatro aros, uno para cada una de las empresas fundadoras.

Lo cierto es que la industria de la automoción alemana ya era boyante en la década de los veinte, con muchas marcas que se disputaban un relativamente exiguo mercado, al cual aspiraba Ford, que en 1908 ya había lanzado el Ford T, el primer coche fabricado en serie. La presión sobre los fabricantes alemanes se hacía insoportable y las marcas decidieron aunar esfuerzos.

Para evitar la competencia dentro del nuevo grupo, a cada uno de los cuatro pilares se le asignó un segmento de mercado específico: motocicletas y coches pequeños para DKW, vehículos de tamaño medio para Wanderer, automóviles de lujo del segmento medio para Audi y vehículos de lujo en la parte más alta de la gama para Horch.

El éxito de la unión fue inmediato. A finales de los años treinta, uno de cada cuatro coches producidos en Alemania estaba fabricado por Auto Union AG. Llegaría a ser el segundo mayor fabricante de Alemania.

No fue ésta la última fusión en el seno de la compañía. Después de la Segunda Guerra Mundial, en la que las plantas -como todas- fueron usadas para fabricar material militar, la sede fue trasladada a Baviera y la firma fue comprada por Daimler Benz. No duraría. Al año siguiente, en 1965, la compró su actual propietario, que en 1969 la fusionó con NSU, un fabricante de motocicletas y coches pequeños, creando la empresa Audi NSU Auto Union AG.

Volkswagen decidió entonces potenciar la marca, que agonizaba con una gama muy clásica y una imagen anticuada. Todo cambió con el primer producto de la nueva era, el Audi 100, y con la introducción del sistema de propulsión a las cuatro ruedas Quattro. En 1985 se creó la actual compañía, Audi AG.

La nueva orientación de la firma le ha dado salud, presencia entre la clase directiva y una importancia cada vez mayor dentro del consorcio, al que ha aportado beneficio cuando la marca Volkswagen entró en pérdidas hace dos años. La marca Audi, por ejemplo, supuso el 22,3% de la facturación del consorcio en 2006. El grupo Audi (Audi, Seat y Lamborghini) aportó el 48,8% del beneficio neto, un resultado notable toda vez que la marca de los cuatro aros tuvo que compensar las pérdidas netas registradas por la compañía española.

La buena salud prosigue en 2007, al menos en apariencia. Por primera vez en estos últimos 75 años, Audi alcanzó el medio millón de vehículos vendidos en el semestre que va entre enero y junio. En total, la cantidad de automóviles entregados a clientes de todo el mundo superó los 509.000, lo que supone un incremento del 9,8%.

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