La píldora masculina se queda sin fabricante
La píldora masculina se ha quedado sin fabricante. La farmacéutica berlinesa Schering, el único consorcio industrial que, junto al holandés Organon, ha estudiado empíricamente la píldora anticonceptiva masculina, ha tirado la toalla tras 10 años de investigaciones. El preparado hormonal -una combinación de parches e inyección trimestral- es seguro y bien tolerado.
No hay ninguna razón médica o farmacológica para interrumpir su desarrollo, afirma el profesor Eberhard Nieschlag, director del Instituto de Medicina reproductiva de la Clínica Universitaria de Münster (Alemania). ¿Por qué se ha interrumpido entonces el desarrollo de la píldora poco antes de su lanzamiento al mercado? Mientras Schering, el líder mundial de píldoras anticonceptivas, alude a la sensibilidad de la psique masculina; los expertos apuntan que el gigante alemán Bayer, que adquirió Schering el pasado año tras un disputado toma y daca empresarial, prefiere seguir apostando por la anticoncepción femenina. El grupo Bayer ha excluido de sus proyectos de investigación otros 20 potenciales fármacos 'por razones estratégicas o escaso potencial de ventas'. Los dos productos estrella de Schering y los que más beneficios le reportan son la píldora anticonceptiva Yasemin y el preparado Betaferon, contra la esclerosis múltiple.
Schering empezó el desarrollo de la píldora masculina en los años noventa. Entre 2002 y 2006 cooperó con el consorcio Organon para probar el medicamento en el hombre. Pero Organon se retiró del programa el pasado año por presentarse 'complicado'. Según Schering, más de 1.500 hombres se han sometido a este tratamiento hormonal. Con el mismo resultado: casi todos sufrían fuertes altibajos emocionales. 'Pero lo que más nos ha sorprendido es que la respuesta de los hombres a los que sólo se les suministraba placebo era la misma', comenta el investigador Eberhard Nieschlag, que ha realizado estudios clínicos en este campo.
La razón para la exclusión del fármaco de los proyectos de investigación de Bayer, la casa matriz, podría ser 'de índole estratégica o por escaso potencial de ventas'
También coinciden los efectos secundarios: hipersexualidad o inapetencia sexual. 'Cuando me inyectaban testosterona, me sentía enérgico, agresivo, valiente', explica el periodista británico Clint Witchalls, que probó la píldora durante un año. 'Pero durante la fase anterior al tratamiento, me mostraba inseguro, introvertido, afectado', añade Witschalls, que ha relatado 'este cóctel de sensaciones' en su nuevo libro La píldora y yo. El tratamiento hormonal, que combina gestágenos y testosterona, reduce casi a cero el número de espermatozoides. Tras su interrupción, se recupera la fertilidad en tres meses.
El diario Süddeutsche Zeitung apunta a 'las razones estratégicas y financieras' para acabar con el proyecto de Arthur Higgins, el nuevo jefe de farmacia de Bayer Schering Pharma. En el mismo sentido habla Eberhard Nieschlag: 'El contenido hormonal del anticonceptivo masculino es similar al del tratamiento de la insuficiencia testicular, que se vende a precios muy elevados. Pero si se comercializa como anticonceptivo debería ser barato'.
La cuestión ahora es que esta píldora se ha quedado sin fabricante. 'Por muy buenos conceptos que desarrollemos, sin la industria no alcanzamos a la población', concluye Nieschlag. El investigador alemán confía en que surja algún laboratorio interesado en ocupar este nicho del mercado.