Los 2.500 euros por nuevo hijo comenzarán a cobrarse este otoño
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha anunciado hoy que las ayudas de 2.500 euros por hijo nacido anunciadas por Zapatero durante el debate sobre el estado de la nación comenzarán a cobrarse en otoño, "previsiblemente, a partir de noviembre". La portavoz del Gobierno, que se mostró satisfecha porque el Ejecutivo continúe trabajando a favor de la familia, ha anunciado que las ayudas podrán compatibilizarse con las que otorgan otras administraciones. La prestación será transferida en una sola paga, a la cuenta bancaria del beneficiario o mediante cheque bancario, transcurrido un mes del nacimiento. Y rige, con carácter retroactivo, desde el pasado 3 de julio.
"El derecho se genera desde que se anuncia la medida, aunque hay que reconocerlo después", ha especificado la portavoz del Gobierno, quien ha insistido en que "las ayudas suman y en ningún caso restan", en referencia a la compatibilidad de prestaciones de distintas administraciones.
Fernández de la Vega ha remarcado que las ayudas persiguen "incrementar la natalidad, dar mayor autonomía a las mujeres" y, gracias a ambas cuestiones, asegurar que "España sigue creciendo a un ritmo del 4% anual". Están diseñadas para aliviar la carga económica de las familias con residencial legal en España, independientemente de su nivel de ingresos. Que puedan cumplir esa condición, los beneficiados serían cerca de 500.000, según la media de nacimientos en España, que el pasado año sumaron 481.102.
"España necesita incrementar su tasa de natalidad y el aporte de la inmigración no es suficiente" para recuperar los 30 años de declive continuado del número de nacimientos, que "tocó fondo en 1996, con una media de 1,6 hijos por mujer".
Incentivar la permanencia de las mujeres en el puesto de trabajo
Al término del Consejo de Ministros de hoy, en cuyo orden del día ocupaban un lugar destacado las nuevas prestaciones a la natalidad, la portavoz ha revelado que el Gobierno lleva trabajando tiempo atrás en el diseño de esta medida. Viene a continuar, ha señalado la vicepresidenta, el calado que se deriva de la ley de igualdad.
Según la portavoz, este nuevo derecho tiene por desafío incentivar la permanencia de las mujeres en sus puestos de trabajo, cuya representatividad se ha incrementado un 80% en los últimos años, hasta alcanzar los ocho millones de trabajadoras.