La vivienda dejará de ser un factor de alza del PIB, según BBVA
El Servicio de Estudios del BBVA avanzó ayer que en los próximos dos o tres años la inversión residencial dejará de contribuir al crecimiento económico. Pese a esta moderación de la actividad, el banco no vislumbra ningún factor de riesgo que haga presagiar que el ajuste del boom inmobiliario vaya a ser brusco, con el consiguiente riesgo que ello tendría para la economía española.
Pronto llegó la desilusión. El economista jefe del Grupo BBVA, José Luis Escriba, comenzó ayer su intervención para presentar el último número de Situación Inmobiliaria advirtiendo a los periodistas que abarrotaban la sala de que 'quien espere datos llamativos o elementos alarmantes, se sentirá decepcionado'.
Escriba admitió su sorpresa por la alarma que parecen estar generando algunos estudios sobre el desenlace final del boom inmobiliario que ha vivido España desde 1998. Al tiempo, definió la coyuntura actual como 'el mejor escenario para salir de donde veníamos'.
Desde el BBVA reconocieron que hace año y medio existían dudas sobre cómo era posible que aún hubiese tanta demanda de vivienda después de que los precios hubiesen alcanzado niveles tan elevados. 'Hoy, aquellas incertidumbres se han disipado en buena medida', añadió Escriba.
El estudio subraya que la demanda da síntomas claros de haber intensificado su ajuste, como prueba el descenso en el nivel de ventas de pisos. Pero a la vez, los expertos del Servicio de Estudios del BBVA sostienen que hay 'soportes estructurales importantes, como la demografía y los aumentos de renta previstos, que sustentan una base muy sólida para pensar que el ajuste seguirá siendo gradual y benigno para el conjunto de la economía'.
En este sentido, Escriba afirmó que la contribución de la inversión residencial al crecimiento del PIB será este año de sólo tres décimas, frente a las cinco de 2006 y el año que viene quedará reducida a una sola décima.
En cuanto al comportamiento que el BBVA espera para la oferta, asegura que su reducción se intensificará, 'siguiendo con cierto retraso a la demanda'. 'El impacto sobre el resto de la economía será limitado porque son otros los sectores de mayor arrastre, por la fortaleza de otros subsectores de la construcción y porque actividades muy dependientes de la vivienda tienen a su vez una gran exposición a una demanda externa muy pujante', añadió Escrivá. Por último, el banco sostiene que los precios se estabilizarán durante un periodo largo y el precio oficial del dinero no superará el 4,5%. Por ello, el empeoramiento de la financiación hipotecaria podría estar a punto de tocar techo, afirma el BBVA.
La tasación de suelo se moderó en 2006 aunque el precio medio creció un 5,6%
Otra de las fuentes tradicionales de información del mercado inmobiliario español la constituyen las 60 sociedades de tasación que operan en España, cuya actividad supervisa y publica periódicamente el Banco de España. Los últimos datos son los relativos al balance de 2006.Durante el pasado ejercicio, estas sociedades realizaron más de 1,8 millones de valoraciones de bienes inmuebles, por un importe global de 862.337 millones de euros, un 15,4% más que en 2005. El valor medio de las viviendas se situó en 218.500 euros, un 12% más, añade el informe.Según estas cifras, la parte más importante del negocio del sector se centró en la valoración de bienes de uso residencial, que representó el 81% del total y el 63% de todo el volumen tasado, mientras que los terrenos representaron el 4,7% del número y el 19,5% del importe total.Hasta la publicación de la estadística de precios de suelo que elabora el Ministerio de Vivienda, los datos aportados por las tasadoras eran el único referente que existía sobre la evolución de los precios del suelo a nivel nacional. Así, el Banco de España destaca en su informe que la actividad de tasación de suelo urbano y urbanizable se vio notablemente moderada en relación a años anteriores, pero aún así aumentó con fuerza (14% en número, 12% en superficie y 18% en importe total). El valor medio del suelo tasado alcanzó los 179 euros, lo que representa un incremento del 5,6% respecto al precio de 2005, mientras que el tamaño medio de los solares se redujo un 2%.