Marcelino Oreja anuncia su marcha como presidente de FCC
El presidente de FCC, Marcelino Oreja, ha manifestado hoy su intención de dejar este cargo antes de la próxima junta de accionistas del grupo de construcción y servicios controlado por Esther Koplowitz.
Oreja llevaba un total de siete años en la presidencia de FCC, los dos primeros como presidente ejecutivo y los otros cinco como no ejecutivo.
El que fuera comisario europeo abandonará la sociedad una vez que ésta dé por ejecutado este ejercicio, con un año de antelación, el plan estratégico 2005-208 del grupo, que ha permitido su internacionalización.
Junta de accionistas de FCC
En la rueda de prensa previa a la celebración de la Junta General de Accionistas de FCC, Fomento de Construcciones y Contratas apuesta por Global Vía, la filial de concesiones y autopistas que constituyó a medias con Caja Madrid a principios de año, para que sea el nuevo motor de crecimiento del grupo constructor en los próximos años.
El consejero delegado del grupo, Rafael Montes, ha explicado que en los próximos años, Global Vía jugará un papel destacado en la cuenta de resultados de FCC, donde la obra civil tiene cada vez un peso mayor, con una cartera de contratos pendientes de ejecutar que en 2006 alcanzó la cifra récord de 7.843 millones de euros.
Con esta filial de concesiones se seguirá el mismo modelo que con la inmobiliaria Realia, y Montes ha avanzado que "su destino natural es la salida a bolsa, pero eso tardará entre cuatro y cinco años, cuando alcance la masa crítica suficiente para poder ser bien acogida en el mercado".
Sobre los planes para dar entrada a un nuevo socio financiero en Global Vía, Rafael Montes ha detallado que de momento están aparcados, pero no olvidados, ya que FCC y Caja Madrid mantienen la intención de reducir sus participaciones a un 40% aproximadamente para ceder entre el 15% y el 20% a un tercer inversor.
Los proyectos de crecimiento de Global Vía, que cuenta con las 35 concesiones que tenían sus dos socios junto con otras tres conseguidas desde su constitución, pasan por centrarse en los mercados estadounidense y europeo, con especial interés en los nuevos miembros de la Unión Europea, donde hay un "gran déficit de infraestructuras" que serán levantadas con fondos comunitarios.