'La gestión privada de los puertos es más ágil'
Como experto en gestión portuaria, MMJ. Subramaniam defiende la flexibilidad y agilidad que aporta la iniciativa privada frente a la de la Administración. Ahora asesora proyectos en Yemen e Irán y visita Madrid como ponente del Sumaq Summit 2007.
Lleva más de 40 años dedicado a la gestión portuaria. MMJ. Subramaniam, ex vicepresidente del Puerto de Singapur, cuenta que empezó cuando todos los trabajos que debían hacerse en el puerto eran manuales, y ahora asiste con entusiasmo a la que él mismo denomina 'revolución de los contenedores'.
Visita Madrid con motivo de la celebración la pasada semana de la cuarta edición del Sumaq Summit, congreso organizado por el Instituto de Empresa y las siete escuelas de negocios socias de la Alianza Sumaq en el que se analizan las tendencias emergentes en el campo de las infraestructuras y la logística.
¿Cree que los Gobiernos son realmente conscientes de la importancia de las infraestructuras y la logística para la marcha de la economía?
'Las infraestructuras y la logística son necesidades básicas para la economía'
'En Singapur se ha llegado a plantear la salida a Bolsa de la autoridad portuaria'
Unas infraestructuras públicas adecuadas, incluyendo los puertos y una logística eficiente son dos necesidades básicas para el desarrollo económico de todos los países. Además, estos factores suelen actuar como catalizadores para el desarrollo de la sociedad en general.
Pero no es tan importante si los Gobiernos son o no conscientes de esto, sino si de verdad existe o no voluntad política. Eso es lo más importante. De hecho, para adquirir la capacidad de desarrollar infraestructuras, el dinero, la tecnología y la mano de obra cualificada son casi menos importantes que la voluntad política; si ésta existe, todo puede conseguirse.
Desde su experiencia en el sector portuario, ¿Qué modelos de gestión recomienda para los puertos internacionales?
Hay varios modelos de gestión portuaria. Hay uno totalmente público, en el que el Gobierno construye y gestiona el puerto. En otra fórmula, el Ejecutivo construye las terminales, compra los equipos y maquinaria y adjudica la gestión a una empresa privada durante unos años. En estos casos el Gobierno paga a la empresa honorarios e incentivos por la gestión.
En tercer lugar, el Ejecutivo puede construir parte del puerto y que sean empresas privadas las que aporten el equipamiento. Bajo esta fórmula, la empresa adjudicataria suele mantener la concesión y obtener los beneficios de esa explotación durante 20 o 30 años. En otros casos, el Gobierno sólo suministra el terreno y el resto corre a cargo de operadores privados. Este contrato suele prolongarse por más de 50 años. En los dos últimos modelos, al término de la concesión, la explotación del puerto vuelve a manos del Gobierno.
¿Cuál es el mejor?
No hay un modelo único y universal de gestión. Depende de las circunstancias de cada país, incluyendo sus presupuestos, la disponibilidad de mano de obra cualificada y de tecnología; el poder de los sindicatos; si las leyes del país permiten la gestión de los puertos; o de las inversiones extranjeras. Aunque se puede decir que la gestión privada es más ágil.
¿Qué papel debería tener el capital privado en las inversiones portuarias?
El capital privado, ya sea nacional o extranjero, tiene un papel muy importante; y no sólo como complemento de las inversiones estatales y acelerador de las infraestructuras, sino como generador de valor añadido, experiencia, tecnología y mano de obra cualificada. De hecho, en mi última etapa como vicepresidente del puerto de Singapur llegó a plantearse su salida a Bolsa.
¿Qué opinión le merece el plan de expansión del puerto de Shanghai? ¿Es un modelo a seguir?
Shanghai lo está haciendo muy bien al construir una infraestructura de terminales para contenedores adecuada al comercio del área de Yangtze. Sin estas terminales, sería imposible este nivel de importaciones y exportaciones, porque su coste sería mucho más elevado.
Este puerto actúa como catalizador del desarrollo económico, al crear empleo, formar a la población local, promover la inversión extranjera y llevar nuevas tecnologías a China. Recomiendo su modelo de gestión meramente pública a otros países.