Un descanso de primera clase
Un sueño reparador no tiene precio. El ajetreo diario de las reuniones, las llamadas telefónicas o las labores pesadas provocan un desgaste físico y mental que al final de la jornada pasan factura y no queda otra opción que dar al cuerpo su merecida recompensa: el descanso.
Con frecuencia, ciertos hábitos ayudan a lograr la relajación justa para iniciar el descanso: leer un buen libro, una ducha con agua tibia o mirar la televisión. Pero la incomodidad del colchón puede estropear e interrumpir el sueño. Despertarse en medio de la noche para cambiar de posición por la incomodidad del colchón, las molestias que provocan los ácaros que se acumulan o la sensación de dolor que provoca la poca firmeza de la cama son algunos de los factores que pueden dañar el descanso nocturno.
Dentro del mercado de colchones existen distintas variantes para garantizar, en la medida de lo posible, un sueño reparador, con algunas alternativas de gran lujo. Un ejemplo lo ofrecen los modelos Tempur, elaborados con el material del mismo nombre que fue desarrollado por la NASA para aliviar la presión de los astronautas en los despegues y aterrizajes de los transbordadores espaciales. El colchón se amolda al cuerpo, dando una sensación de ingravidez, que aporta a los músculos del cuello y hombros una relajación completa. El precio de un colchón individual puede alcanzar los 2.000 euros, es antialergénico y el algodón del que está realizado tiene un tratamiento antiácaros.
Otra opción son los colchones Aupin, que además de prometer un descanso uniforme al cuerpo, poseen una función de secado durante el día para evaporar la transpiración que se produce durante las horas de sueño, y además ayuda a la eliminación de ácaros.
La gama más lujosa de los colchones Aupin también tiene la función de precalentamiento en la zona lumbar, para que el cuerpo se adapte y se relaje cuando se va a la cama. El costo de cada colchón individual es aproximadamente de 2.000 euros.
Sin embargo, un colchón no es la única clave para el buen descanso, ya que debe de ir acompañado de un somier de calidad. Tempur ofrece uno al que se le pueden añadir unidades de masaje, cuyas vibraciones y secuencia se pueden programar con antelación.
El somier tiene un apoyo de plástico rígido en el bastidor, que le da estabilidad al colchón y evita hundimientos. Además, el contorno del somier se puede personalizar con hasta cuatro motores que permiten la flexión en la zona de las cervicales, la espalda, las rodillas y los pies. El precio es de unos 2.500 euros.
Para la pareja
Una cama personalizada. No hay una cama matrimonial perfecta, ya que las medidas entre hombre y mujer no son las mismas. Aupin ha echado el mito por tierra y diseña camas matrimoniales a la medida.Tomando en cuenta el largo del fémur de cada persona, se diseña la longitud de la cama y el lugar perfecto para que los cuatro motores permitan que el somier flexione. La cama consta de dos somieres y colchones independientes, que permiten a la pareja dormir en la postura que mejor se adapte a sus costumbres, y tener independencia de movimiento. El precio del centro de descanso es de 12.000 euros.