Fidelizar el talento en la selva del fútbol
La prueba más dura para un director de recursos humanos es un club de fútbol. Si consigue fidelizar a sus jugadores en un mundo en el que los empleados ganan más que los directivos, será capaz de cualquier cosa. Darles juego y tratarlos bien son algunas de las ideas que plantearon ayer varios especialistas en formación de jugadores en el foro Fútbol-Draft, que se celebra estos días en el estadio Santiago Bernabéu.
'En Julio Salinas veíamos un gran jugador y le tratamos tan bien como pudimos para que se quedara', recordó Iñaki Sáez, responsable de las categorías inferiores del Athletic de Bilbao en los primeros 80. 'Le dejamos entrenar con el primer equipo, lo cual le hizo madurar mentalmente, y por las tardes empezó a estudiar euskera y contabilidad'. Pero no fue suficiente. 'Vino el Atlético de Madrid con un poco más de dinero y se lo llevó'.
Es habitual que los clubes se quejen de que forman jugadores para que luego se los lleven otros más poderosos o ricos, y de que la indemnización a la que obliga el reglamento de la FIFA no es suficiente. El problema es extrapolable a cualquier tipo de empresa. La solución, según el consultor Francisco Muro, de Otto Walter, es hacer de la necesidad virtud. 'Si sólo tenemos a los mejores uno o dos años, aprovechémoslo, y tengamos siempre a los mejores juniors'.
¿Pero se puede evitar que se vayan? Hacerles un contrato millonario a largo plazo es un riesgo y provoca celos entre sus compañeros, explicó ayer Sáez, que ahora es responsable de las selecciones inferiores del fútbol español. El caso del deporte de élite es especial por los sueldos que se mueven, pero Muro no cree que el dinero tenga tanto peso como parece entre las grandes estrellas. 'El peseterismo es más por la gente que los orienta'.
En todo caso 'la mayoría de los futbolistas no tiene sueldos tan extraordinarios, y se van o se quedan por motivos más afectivos, o simplemente por la seguridad de cobrar a fin de mes. A lo mejor el problema no es de quienes se van, sino de lo que la empresa les ofrece', añade el consultor.
Jaime Pereiro, experto en dirección de personas, cree que 'se trata de entusiasmar, más que de fidelizar, con un proyecto, con un buen ambiente', para que el jugador no se plantee marcharse. El deseado Fernando Torres sigue en el Atlético pese a las múltiples ofertas, la última del Liverpool, 'gracias a que es el jugador emblema del club', señaló Sáez.
Es importante tener activo al empleado, pero dándole tareas acordes con su capacidad. Sáez, puso el ejemplo de David Silva, jugador del Valencia y de la selección absoluta, que estuvo cedido en el æpermil;ibar, de segunda división, y en el Celta, antes de triunfar en el club levantino. 'Hay que encontrar el equipo adecuado, y convencer al jugador de que no es bajar de categoría'.
La cantera, los titulares y el banquillo son los tres aspectos que hay que cuidar, como resume el experto en dirección de personas Jaime Pereira. 'Los altos directivos se van en algún momento y es necesario tener sustitutos preparados, que hayan ido asumiendo competencias puntualmente'.
El foro Fútbol Draft reúne a clubes y agentes de jugadores, y pretende fomentar la idea de que formar a jóvenes es una inversión de futuro, en palabras del director general del certamen, Javier Lasagabaster. 'Como ha hecho el Sevilla, y le está saliendo bien'.
La dificultad de adaptarse a otro país
El francés Anelka y el español Reyes son dos ejemplos de futbolistas emigrantes que no se adaptaron bien a España e Inglaterra, respectivamente. François Blaquart, de la Federación Francesa, cree que los jugadores se marchan demasiado jóvenes. 'Deberían esperar a los 21 o 22 años'.El exitoso caso del albaceteño Iniesta, que fichó por el Barcelona a los 13 años, es excepcional, a juicio del ex seleccionador español Iñaki Sáez. 'Influyen mucho la cabeza y los padres'.