Telefónica inicia la retirada de sus filiales de la Bolsa de Nueva York
Telefónica ha inaugurado el camino. Su filial en Perú ha comunicado formalmente a la Bolsa de Nueva York su intención de abandonar el parqué y no se descarta que otras participadas, como la argentina, sigan sus mismos pasos.
Cotizar en la Bolsa de Nueva York ha sido considerado siempre un signo de prestigio. Además, es una necesidad para muchas compañías, que están obligadas a dar facilidades a los inversores y por ello deciden negociarse en un mercado adicional al de sus países de origen, con férreas normas que protegen a los accionistas, obligan a la transparencia y, sobre todo, donde se puede comprar en una divisa como el dólar. Pero cuando el porcentaje del capital que está en Bolsa es mínimo y se trata de una filial de otra compañía que ya está presente en la plaza neoyorquina, la necesidad desaparece. Lo que se convierte entonces en un problema es abandonar el parqué de Nueva York.
Telefónica lo ha sufrido en carne propia. Su filial peruana lleva deseando salir de la Bolsa estadounidense desde principios de 2004, con varios intentos sin éxito que llevaron a su matriz a dirigirse a la SEC -la comisión que regula la Bolsa de Nueva York- en demanda de una flexibilización de la normativa. La operadora envió en abril de 2006 una misiva al regulador pidiendo más facilidades para sacar filiales del parqué estadounidense y evitar que se quedaran 'atrapadas cuando los costes de cotización son desproporcionados a los beneficios', según aseguró en ese momento.
Finalmente, la SEC recogió el guante de Telefónica y muchas otras compañías de todo el mundo y relajó la regulación. La española va a aprovecharlo y ha solicitado la exclusión de su filial peruana del parqué. Telefónica del Perú ha enviado a la SEC el denominado formulario 15F, con el que pretende terminar su cotización en el mercado estadounidense, así como sus obligaciones de comunicación e información, según ha asegurado la compañía. Eso sí, Telefónica del Perú avisa de que su petición puede ser denegada, en cuyo caso sus obligaciones se mantendrán intactas.
La compañía ultima una emisión de deuda de 2.000 millones de dólares en EE UU
La filial argentina es la próxima en la lista de empresas que se quieren excluir
Las posibilidades de problemas, sin embargo, son pocas, porque esta compañía cumple el nuevo criterio fijado por la SEC para poder salir de la Bolsa: su volumen de negocio en Estados Unidos es inferior al 5% de lo que mueve en el resto de las plazas donde cotiza.
Ahora, el reto de Telefónica es lograr que otras filiales sigan el camino peruano. La primera de la lista es la argentina, aunque en su caso puede ser más complicado y requerir una lucha mayor. Y después hay más, puesto que la mayoría de las posesiones de Telefónica en Latinoamérica cotizan en Nueva York como herencia de los años previos a su entrada en ellas o cuando su hoy propietaria tenía porcentajes muy inferiores a los actuales. Pero entonces llegó la famosa Operación Verónica, una sucesión de opas con las que Telefónica disparó su participación en las filiales.
De Telefónica del Perú, por ejemplo, sólo cotiza en Bolsa 1,82% y de ahí el deseo de Telefónica de sacarla de Nueva York y ahorrarse los costes de su presencia allí. Y con Telefónica de Argentina sucede algo muy parecido, ya que su capital flotante es del 1,97%. La brasileña Telesp tiene algo más, ya que hay casi un 12% en el mercado, y en CTC de Chile, Telefónica no llega al 50%. Lo mismo sucede con la firma de móviles Vivo, lo que, unido a su mayor volumen de negocio, hace casi imposible que se la excluya de Nueva York.
Y mientras prepara la retirada de sus filiales, la matriz intensifica su relación con Estados Unidos. Telefónica puso precio ayer a una colocación de deuda de 2.000 millones de dólares en ese país. Será la única emisión en esta divisa de este año, tras los 5.250 millones de dólares colocados en 2006.