Lejos de la deseada inversión en nuevas tecnologías
Aunque en los últimos años en España estamos asistiendo a una mejora sustancial en el acceso de las empresas a las TIC, lo cierto es que aún tenemos mucho camino por recorrer: España no se encuentra precisamente en un lugar privilegiado en la clasificación de la penetración tecnológica en el tejido empresarial. Cuando en todo el mundo los avances tecnológicos están cobrando cada vez más protagonismo, aún existen empresas cuyo horizonte informático dista mucho de lo que sería deseable para su continuidad.
Aunque si bien es cierto que, según el INE, más de un 90% de las empresas españolas tienen acceso a Internet, sólo el 50% tiene web. Sólo con estas cifras nos damos cuenta que muchos empresarios españoles no han interiorizado el uso de las TIC, sino que las asimilan como una herramienta de valor añadido lejana a su estrategia.
Ante este panorama no es de extrañar que exista el temor a que se produzca una brecha digital de difícil solución que pueda provocar que las pymes pierdan productividad y competitividad. Ya hoy en día percibimos sustanciales diferencias entre aquellas empresas que ven las TIC como un verdadero problema y las que han apostado por introducir las tecnologías de la información en su gestión empresarial.
Esta realidad puede cambiar en función del tamaño de una empresa. Si para una micropyme la informatización pasa por tener un ordenador encendido, para la mediana empresa disponer de herramientas informáticas de gestión (ERP, CRM, etc.) es una necesidad. Sin embargo, a pesar de que se preveía que la inversión de las pymes en soluciones ERP aumentase un 6,8% (según datos de la consultora IDC), la media es inferior a la deseada.
La solución a esta problemática pasa no sólo porque la Administración Pública tome algunas medidas sino también porque los que diseñamos soluciones informáticas para las pymes iniciemos actuaciones para acercarles las TIC, para mostrarles las ventajas que supone para su negocio. ¿El motivo? Básicamente, que muchas de ellas no identifican los beneficios que pueden obtener y sólo son capaces de afirmar que a corto plazo no obtendrán un claro retorno de la inversión.
Para romper con estos tópicos, es necesario que seamos capaces de transmitirles que las nuevas tecnologías representan un área de oportunidad para las pymes. El desafío consiste en que estos negocios adopten e incorporen natural y estratégicamente esta tecnología en su organización. Como dice Adrian Slywotzky (uno de los referentes mundiales en Gestión de Empresas), si las pymes apuestan por las nuevas tecnologías, conseguirán una clara mejora de los procesos, lo que les comportará un destacado aumento de la productividad, se diferenciarán de su competencia y obtendrán una sólida creación de valor para sus clientes y empleados.
Sin embargo, estos conceptos no parecen recalar en la cultura empresarial de muchas organizaciones en nuestro país. En este sentido, muchas firmas son incapaces de alinear estrategias acertadas en el campo de las nuevas tecnologías con las de negocio. Por esto es necesario que la empresa tenga una visión estratégica en donde la adopción de nuevas plataformas tecnológicas se visualice como un factor clave y en sintonía con la estrategia global para generar ventajas competitivas.
Álvaro Ramírez. Consejero delegado de Sage España