La energía del futuro, pendiente de las nubes
Una de las apuestas más firmes para frenar el cambio climático y uno de los sectores económicos más en boga en los últimos meses, el de los biocombustibles, lleva varias semanas bajo grave amenaza de una escasez de oferta debido, paradójicamente, al propio clima. Ya no sólo los agricultores de la América profunda del Medio Oeste viven pendientes del parte meteorológico. También los operadores del mercado de Chicago, donde los precios del maíz han alcanzado máximos.
En el llamado Cinturón del Maíz, que incluye los estados de Iowa, Indiana, Illinois y Ohio, están a la espera de unas lluvias críticas para el rendimiento de la cosecha de este año. Este cinturón es el responsable del 50% de la producción del país, y ese año se esperaba una cosecha histórica. No en vano se han plantado más hectáreas que nunca en los últimos 60 años.
Este auge del maíz obedece a la tirantez de oferta y demanda fruto del crecimiento de la producción de etanol. En EE UU, este biocombustible se genera principalmente a partir del maíz. Así, en los últimos meses la adormecida cotización de la fanega se ha disparado en el mercado de futuros de Chicago: desde septiembre hasta febrero un 60%. Por eso desde el sofisticado mercado de futuros también se miran de reojo las nubes que, de momento, no aparecen en el horizonte del Medio Oeste americano.
Este año, EE UU espera usar tanto maíz como sea capaz de producir. Se calcula que la cosecha rinda unas 150 fanegas por cada 0,4 hectáreas (un acre), y el etanol consumirá unos 3.400 millones de fanegas. El pasado lunes, los futuros llegaron a sus niveles máximos en más de dos meses por el temor de que las necesitadas lluvias no se materialicen, y se espera que la tendencia sea al alza. Los precios habían caído el 18% desde los máximos de febrero por el crecimiento de la superficie cultivada hasta unos 36,4 millones de hectáreas, pero ahora vuelven a repuntar. Un 13% en un mes.
Pero ahora, los cielos azules de esta zona del mapa hacen pensar a agricultores y operadores en la posibilidad de una sequía, algo que no ocurría en 19 años. Aproximadamente el plazo en el que suelen repetirse los periodos secos en este área.
La subida de los precios del maíz hará que el etanol siga siendo caro y que aumente la inflación en los productos de alimentación ya que el maíz está en casi todo, desde la comida de los pollos hasta los siropes que endulzan las bebidas gaseosas.
Más y más plantas de biocombustibles
El Congreso de EE UU debate estos días una ley energética que entre otras cosas, y en línea con las propuestas de George Bush, propondrá un mayor uso del etanol como combustible alternativo a la gasolina. Para llegar a incrementar su uso y teniendo en cuenta que hay unas altas tarifas a la importación de maíz, la cosecha de la mazorca tiene que ser tan grande como pueda ser.Del lado de la producción las plantas procesadoras no dejan de aumentar. En los últimos años se han levantado más de 110 bio refinerías y hay 77 en construcción, una de ellas de Abengoa en Nebraska. Las estaciones de servicio no son tan numerosas y por los problemas que plantea el transporte del etanol (que ha de hacerse por camiones y no tuberías) casi todas están en el Medio Oeste.