Reinventando Kioto
Bush, el antiguo petrolero de Texas, que es amado por los ecologistas tanto como los cristianos amaban a Nerón, se ha sentido presionado por (...) sus colegas los líderes mundiales del G-8 para cambiar su posición sobre el cambio climático. Y lo ha hecho, en cierto modo. El comunicado final de la cumbre del G-8 en Alemania compromete a EE UU a 'considerar seriamente' la reducción a la mitad de sus emisiones de gas invernadero para 2050 y a trabajar junto a la ONU en un continuador del Protocolo de Kioto, el tratado internacional sobre cambio climático que el Senado de EE UU rechazó firmar (...).
Estamos en una posición mucho mejor para reducir las emisiones sin hacer descarrilar nuestra economía, y nunca persuadiremos al mundo en desarrollo a progresar al menos que lo lideremos con el ejemplo (...).
Lo que se necesita es una nueva y mejorada versión de Kioto, que traiga a India y China a bordo y les comprometa para crecer en verde, pero dejando las reducciones más duras a aquellas naciones más capaces de hacerlas (...). Mucha de la tecnología limpia del futuro probablemente será desarrollada en EE UU y vendida fuera. Consideradlo como una novedosa forma de reducir nuestro déficit comercial con China a la vez que se construye un mundo más limpio.