La protección por enfermedad
Los sistemas de protección por desempleo y por enfermedad y accidentes son una conquista social en las economías avanzadas. Pero también son cuestionados de forma regular por intervenir de forma activa en el funcionamiento del mercado de trabajo, por suponer, en determinados tramos de renta y de remuneración, un desincentivo al empleo. Desde la generalización de la protección por incapacidad, al final de los setenta, la Seguridad Social ha sido utilizada en ocasiones como amortiguador de crisis. Sectores o empresas afectados por descensos de su actividad han abusado de los mecanismos de protección para aliviar sus cuentas de resultados, traspasando al erario público el coste de los trabajadores de más edad.
La extensión de la protección por incapacidad a los trabajadores por cuenta propia, los autónomos, ha supuesto un incremento de los niveles de protección, con una duración anormalmente alta de los procesos de bajas, ya sea por enfermedad común o profesional o por accidente. En concreto, y siempre en las bajas gestionadas con criterios privados por las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, las prestaciones de los asalariados tienen una duración media de 34,6 días, mientras que cuando de trata de las bajas de los autónomos o personal dependiente de autónomos la duración del proceso de baja llega hasta los 85,2. Si las bajas se gestionan con los mecanismos públicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social las bajas se prolongan por 47,7 días de media entre los asalariados, y llegan a la friolera de 130 entre los trabajadores por cuenta propia.
En todos los casos, tanto el alta como la baja la autoriza un médico de Sanidad. Pero la gestión del proceso rehabilitador de la mutua, elegida por la empresa, hace más eficiente el proceso. En el caso de los autónomos, empresa y trabajador coinciden, y acelerar la superación de la incapacidad es más difícil. Trabajo debe revisar con lupa las bajas y utilizar todos los instrumentos para que los derechos de todos no sean utilizados con carácter fraudulento por algunos.