Hacienda prepara su réplica, pero descarta que haya privilegio
El Gobierno ha acogido con cautela el requerimiento de información solicitado por Bruselas sobre la fiscalidad que aplica a los fondos de pensiones extranjeros (fijación de una retención por los dividendos). Fuentes del Ministerio de Hacienda señalaron a Cinco Días que están estudiando aún la carta enviada por la Comisión, al objeto de elaborar las observaciones pertinentes, 'siendo prematuro un pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión' (Hacienda tiene de plazo para responder hasta mediados de julio).
No obstante, las mismas fuentes señalan que 'el Gobierno español no comparte el criterio de la Comisión acerca del análisis de los posibles obstáculos a la libertad de establecimiento o de circulación de capitales conforme exclusivamente a la retención soportada por los dividendos distribuidos, ya que el análisis completo exige comparar situaciones iguales'. De esta forma, indican que 'la tributación efectiva de cada grupo de empresas y de los dividendos en particular viene determinada por la estructura del impuesto de sociedades en cada país y por los mecanismos que se definan para eliminar los efectos de la doble imposición en el país de la matriz'. Por tanto, sería necesaria estudiar la fiscalidad española con la de cada país implicado, para analizar disfunciones.
Además, a juicio del Ministerio 'tanto la jurisprudencia del Tribunal de Justicia como la directiva 90/434 ampara implícitamente la existencia de diferencias de trato sobre dividendos entre entidades residentes y no residentes'.
La historia se repite
Los argumentos esgrimidos ahora por Hacienda son similares a los ofrecidos a la Comisión antes de que Bruselas decidiera denunciar a España por trato discriminatorio en los dividendos entre filiales y sus matrices. Esa denuncia se interpuso en marzo.